Fainé niega que los banqueros pidieran a Rato dimitir

El presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, indicó este miércoles no recordar que se pidiese la dimisión a Rodrigo Rato en la reunión con los grandes banqueros en el despacho de Luis de Guindos, aunque sí confirmó que a Francisco González y a Emilio Botín les pareció insuficiente la hucha de provisiones que el expresidente de Bankia quería acopiar para resolver sus problemas.

“Ellos fueron los que comentaron que en los mercados se hablaba muchas veces de que Bankia, como un banco, igual no tenía salida”, refirió durante su intervención como testigo en el juicio que celebra la Audiencia Nacional sobre la salida a Bolsa de Bankia.

La declaración del expresidente de Caixabank se esperaba con expectación después de que el expresidente de BBVA, Francisco González, admitiese que pidió a Rato dimitir para facilitar una solución viable en Bankia tras los encuentros celebrados el 4 y 6 de mayo de 2012 en el despacho del exministro de Economía, Luis de Guindos, junto al también presidente del Santander, Emilio Botín.

En su declaración, De Guindos negó haber pedido su cese, mientras que Rato argumentó su salida por la “operación política” instrumentada por el Gobierno y apoyándose en los “competidores” de Bankia para apartarle del cargo y ejecutar un saneamiento que juzgó excesivo y acabó con su nacionalización.

En su relato Fainé enmarcó los encuentros dentro de las reuniones “rutinarias” celebradas por el ministro de Economía “para ver cómo estaban las cosas” a tenor de la “situación complicada” de los mercados y “que no había liquidez”. “Hacia el final de la reunión –la fijada el día 4- salió el tema de Bankia. Rodrigo Rato explicó una serie de cosas y no daba tiempo a discutirlas”, por lo que se citaron para volverse a ver el domingo siguiente, día 6. Rato dimitiría el día 7.

EL MERCADO NO VEÍA A BANKIA VIABLE

En esa segunda cita Rato ofreció una “explicación larga”, como también dijo que fue la intervención de Francisco González. “Botín y yo estábamos más escuchando; intervenimos más bien poco”, indicó Fainé, para quien ambas posiciones contaban “con lógica, con cierta coherencia”, y así lo expresó.

El también presidente de CECA admitió que le “cuadraba” la estimación de Rato de que Bankia precisaba 7.000 millones de euros en provisiones por el primer decreto de saneamientos aprobado por Economía, ya que Caixabank “tenía una cifra parecida”, y dado que contaba con utilizar también los créditos fiscales para salvar la entidad. “A mí me cuadraba”, insistió.

“Pero luego salió la tesis de Francisco González de que los mercados creían que lo que vale 10 vale 5”, por lo que el expresidente de BBVA estimó que “en lugar de 7.000 millones necesitaba 20.000 ó 15.000 millones de euros” y “Emilio Botín no decía que no”. “Lo del mercado tiene su lógica y lo que proponía Rodrigo tenía lógica (…) Yo manifesté que entendía las dos posturas”, reveló.

Según su relato, De Guindos mientras tanto “escucha bastante”, intervenía de manera activa cuando se hablaba de economía, pero cuando se trataba de Bankia “creo que su postura era más de escuchar”, aunque sí “tomó partido en cuanto que pensaba que era poco la provisión que se había hecho y que quizá se necesitaba más”.

Fainé explicó que en ese momento desconocía que el ministerio estuviese preparando un segundo decreto de saneamiento, que De Guindos ni siquiera mencionó, y consideró que también Rato era ajeno a esa intención. En este sentido, argumentó la demanda de más provisiones por parte de González en el deseo de sofocar la inquietud de los mercados, donde la viabilidad de Bankia estaba siendo cuestionada.

El banquero justificó, sin embargo, ambos requerimientos que a Caixabank le costaron “10.000 millones y pico” porque “permitió evitar un rescate que hubiese sido muy duro”, recordando que en Portugal obligó a reducir un 20% las pensiones y el sueldo de los funcionarios”. “Fue una cura de caballo” que permitió sofocar las dudas de los mercados y evitar que la prima de riesgo se disparase aún más, dijo.

Al ser preguntado sobre si los banqueros o De Guindos solicitaron la dimisión, lo negó por omisión: “Yo no recuerdo, en ningún momento (…) Si se hubiera pedido la salida: ‘Usted se tiene que ir’, habría sido muy violento y no lo recuerdo”, zanjó. En este sentido, desveló que le “extrañó” cuando al día siguiente Rato le llamó para comunicarle su dimisión. “Me cogió de nuevo, no esperaba esto”, añadió.

INVIRTIO 100 MILLONES EN LA SALIDA A BOLSA

A pesar del desenlace en Bankia, que acabó nacionalizada, Fainé defendió que cuando salió a bolsa, Caixabank lo consideró una buena inversión, donde obtendría plusvalías si la mantenía.

En su intervención desveló que recibió una llamada del subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, animándole a analizar la operación, por lo que lo trasladó al equipo técnico y lo presentó en la Comisión Ejecutiva de Caixabank. “Consideró que a un precio determinado podía tener salida”, dijo, reconociendo que hubo cierta discusión pero al final “se decidió invertir 100 millones de euros”.

“Invertimos una cantidad prudente. Fue una operación decidida por los técnicos” explicó, y señaló que se “hizo con buena fe y buena voluntad” en la confianza de que “nos iría bien, como nos había ocurrido en otros sitios”. Un tiempo después desinvirtió perdiendo la mitad de la inversión: “Cuando vimos que no había solución, supongo que se decidió vender”.

Fainé negó que se llegase a plantear una fusión con Bankia cuando empezó a tener problemas por las necesidades de saneamiento, pese a que dos o tres años antes sí se habían producido conversaciones entre ambos bancos sin que mediase “ningún papel o due diligence”.