Esta mejora en la cuenta de resultados ha ido acompañada de un incremento del 2,7% en la cifra de negocio, que pasó de los 1.397 hasta los 1.435 millones de euros. Sin embargo, si hay una cifra que subraya la compañía de Esther Koplowitz es el resultado bruto de explotación. El ebitda se disparó un 72%, desde los 97,4 hasta los 168 millones de euros.

Aun así hablamos de que el grupo de construcción y servicios no logra deshacerse de los números rojos y todo ello a pesar de que el año pasado tuvo cargos extraordinarios por el ajuste en el valor de las renovables y por los saneamientos de su filial austriaca Alpine.

Por zonas geográficas, sí que creció en ingresos (48,6%) en Latinoamérica, impulsado por la ejecución dos autopistas en Chile y Costa Rica, la ampliación de un aeropuerto en Colombia y la ampliación de un puerto en Perú. Por su parte en España, que aún representa más de la mitad del negocio del grupo, los ingresos se redujeron un 4,9% debido principalmente al impacto negativo del fuerte ajuste de la inversión pública en infraestructuras.