Fedea advierte del «efecto pernicioso» de la temporalidad en el empleo

El mercado laboral necesita absorber 2,7 millones de parados para alcanzar tasas de ocupación previas a la crisis

El mercado de trabajo se recupera pero lentamente y bajo un patrón de ajuste de «pan para hoy y hambre para mañana».  La temporalidad marca la tendencia de la economía española ante cambios de ciclo en los que los momentos recesivos se caracterizan por la destrucción de una gran cantidad de empleo y los expansivos justo por todo lo contrario, su rápida absorción. Nuevos puestos de trabajo que se crean bajo el denominador común de la temporalidad.

Circunstancia ésta en la que pone el foco el Análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2015 de Fedea. En declaraciones a Diario Financiero, Sara de la Rica, Directora de la Cátedra Fedea “Fuentes Quintana” de Investigación del Banco de España-Fedea y coordinadora del informe, ha explicado que la dualidad que se está produciendo en el mercado laboral de España tiene «efectos perniciosos» que afectan directamente a la productividad y a la competitividad de la economía española «estamos en productividades laborales bajisimas y la razón es clarisimamente que hay muchísima temporalidad».

La situación, según de la Rica, tiene su origen en la Reforma Laboral que se produjo en el año 1.984 que «permitió la temporalidad sin necesidad de que tuviera una causa y que creó el mercado laboral que tenemos, caracterizado por ser muy estático en el caso de las personas que tienen un contrato indefinido pero enormemente flexible, volátil y de muy poca calidad para el 25 – 30 por ciento  que está en situación de temporalidad». Algo que se ve favorecido por los elevados costes de despido que hacen que las empresas sean «reacias» a no fijar fecha de fin en los contratos.

Los principales destinatarios de este tipo de contratación son jóvenes que pasan muchísimos años en «situación de precariedad, que no se forman en el empleo y a los que no se les garantiza una proyección estable en el mercado de trabajo». Precisamente es en este colectivo en el que el informe de Fedea pone el primero de los acentos. En los últimos 12 meses se ha producido un ligero incremento, del 4,2 al 4,4 por ciento, en la ocupación de jóvenes ocupados menores de 25 años, lo cual está directamente relacionado con la temporalidad asociada la mejora del sector turístico.

Fedea

Las mieles «durarán hasta que pase el efecto estival», explica De la Rica, quien prevé  una «moderación» en el ritmo de crecimiento de empleo durante el tercer trimestre del año y que podría convertirse en «bajón» en los resultados a cierre de 2015.

El segundo de los acentos que marca Fedea es la elevada tasa de paro de larga duración del 65 por ciento que se mantiene «tozudamente estable. Hay una urgencia enorme por parte de estos parados de larga duración que necesitan un diagnóstico, itinerario y formación», apunta la coordinadora del informe.

En este sentido, desde la Fundación, insisten en que a pesar de que «el Ejecutivo es consciente y va en la buena dirección»  se necesita profundizar en el desarrollo de políticas activas de empleo que tengan como objetivo la orientación, diagnóstico y seguimiento de este conjunto de desempleados. Medidas que se intensifiquen y se agilicen en el tiempo «abriendo la intermediación a las agencias privadas de colocación».

Asimismo el informe señala que, el aumento de 411.800 ocupados no es suficiente para dar por sentada la recuperación del empleo. Los expertos de Fedea apuntan es necesario que el mercado laboral absorba 2,7 millones de parados para recuperar los niveles previos a la crisis, ya que la incidencia de la población inactiva sobre el total de personas en edad de trabajar (mayores de 16 años) se mantiene inamovible en un 40 por ciento.

Sin cambios en el modelo económico

«Todavía es pronto para decir eso», así se ha referido Sara de la Rica a un posible cambio en el modelo productivo de España. No obstante sí ha querido destacar el ritmo del crecimiento del 6 por  ciento en la industria, «es bueno que la industria haya crecido y que en términos relativos lo haya hecho más que el sector servicios, pero no tracciona porque no tiene el peso que debe tener».

Lo cierto es que la mejora en los totales de las empresas que tras la recesión han optado por la exportación y la paulatina ganancia de tamaño de nuestras empresas son «síntomas de una sociedad moderna por la que tenemos que transitar», pero la realidad de un nuevo modelo económico en España se fía larga, y no debemos olvidarnos de «reforzar el sector de servicios cualificados». Por otra parte en relación a la evolución de la contratación en el sector de la construcción De la Rica ha sido clara «está más relacionado con la época electoral que estamos viviendo».

Por otra parte y con respecto a los 44.200 autónomos de la EPA del segundo trimestre (36.500 empleadores más), la experta apunta a que se debe no sólo al impulso de las políticas de emprendimiento y fomento del autoempleo, sino también al fenómeno del falso autónomo y a los autónomos por obligación «que son los que están abundando». Precisamente en aquellos que han recurrido al autoempleo como alternativa al paro -en su mayoría mayores de 40 años- son en los que se están detectando «tasas de fracaso importante», apuntan desde Fedea.

Gráfico: Fedea