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Felipe VI confirma el envío de una batería NASAMS a Estonia

El Rey Felipe VI ha trasladado este domingo el compromiso de España con la protección de los países bálticos, y en concreto con Estonia, y ha confirmado el próximo despliegue de una batería NASAMS para reforzar su defensa aérea frente a la amenaza de Rusia, país situado a poco más de 100 kilómetros.

En su discurso con motivo de la cena en su honor ofrecida por el presidente de Estonia, Alar Karis, y con la que ha puesto fin a su primera visita oficial a este país, el monarca ha asegurado que en España se comprende «la grave preocupación que la invasión rusa de Ucrania» genera en este país y en la región en su conjunto, entre otras cosas por los «terribles recuerdos» que evoca.

«España puede estar en el otro extremo de Europa pero también nos sentimos muy cerca vuestro», ha asegurado Don Felipe al presidente estonio y al medio centenar de invitados a la cena en el Palacio de Kadriorg, residencia oficial del jefe de Estado. «Podéis contar con España como amigo, como socio de la UE y aliado de la OTAN», ha asegurado.

Muestra de ello será el despliegue de una batería antiaérea NASAMS en Estonia, que llegará «en unas semanas» y servirá para «reforzar la defensa aérea» del país, ha indicado. España ya envió en abril de 2023 una batería de este tipo al país báltico, que se retiró a finales de año. La previsión es que su llegada de nuevo se produzca después de verano y esté igualmente hasta finales de año.

«Nuestro compromiso con nuestros aliados es firme y decidido», ha recalcado Don Felipe, tras poner de relieve que actualmente España cuenta con «más de 4.000» efectivos desplegados o que se dedican activamente «a reforzar la seguridad y la disuasión en el Flanco Este de la OTAN». En concreto, actualmente hay tropas españolas en Letonia, Lituania, Rumanía y Eslovaquia.

Este compromiso también se extiende a Ucrania, ha asegurado el Rey, reiterando la voluntad de apoyar a este país «mientras sea necesario» y ayudarle a que recupere su soberanía e integridad territorial, además a la reconstrucción una vez concluya el conflicto.

RUSIA DEBE RENDIR CUENTAS POR SUS CRÍMENES

En este punto, Don Felipe ha querido poner de relieve «el liderazgo de Estonia» a la hora de «confrontar la agresión y reclamar justicia». Los dos países comparten, ha destacado, «la voluntad y la convicción», compartida también por sus aliados, «de hacer a Rusia rendir cuentas por todos los crímenes cometidos en Ucrania».

Felipe VI ha iniciado su discurso poniendo el acento en que su visita a Tallin se produce coincidiendo con la celebración de ‘Jaaniooks’ (la festividad de San Juan en España), una «noche mágica» que cada año marca «el triunfo de la luz sobre los oscuros meses de invierno».

«Su simbolismo no podría ser más adecuado en los difíciles momentos que vivimos, cuando una terrible guerra está sacudiendo el corazón de Europa y muchos de sus ciudadanos temen por su futuro», ha resaltado, así como en el hecho de que los estonios también celebran el Día de la Victoria en esta fecha.

«Es precisamente en estos momentos en que podemos contar con los verdaderos amigos», ha destacado el Rey, «aquellos con los que compartimos valores y principios y una visión similar o próxima del mundo». «Puedo asegurarles que siempre encontrarán en España a un aliado firme y fiable», ha remachado antes de alzar su copa por la «profunda amistad» entre los dos países.

Por su parte, el presidente estonio ha aprovechado para agradecer la «contribución de España a la seguridad de su país» y también a la de los países bálticos en general. «Tenemos que ayudar a que la paz vuelva a Ucrania», ha reivindicado, resaltando las recientes declaraciones del Rey en las que reclamó la retirada de las tropas rusas de forma inmediata de territorio ucraniano.

Asimismo, ha recordado en su discurso los Juegos Olímpicos de Barcelona, los primeros en los que participó su país tras independizarse, y también ha agradecido la labor del Instituto Cervantes en la promoción del español.

VOLUNTAD DE PARTICIPAR EN EL PROYECTO RAIL BALTICA

Aunque el viaje tiene un marcado componente de seguridad y defensa, dado que en los tres países el monarca visitará a tropas españolas que de una forma u otra contribuyen a proteger esta parte del continente frente a la amenaza rusa, Don Felipe no ha querido pasar por alto las relaciones económicas en sus palabras.

España, ha indicado, quiere tener un papel destacado en los proyectos de interconexión de la región con el resto de Europa, «claves para una UE más unida, capaz y competitiva».

En este sentido, ha citado en particular el proyecto Rail Baltica, que prevé unir por tren Finlandia con Polonia pasando por los tres países bálticos. Como saben, ha dicho a los presentes, España cuenta con «conocimiento y experiencia sustanciales en el terreno de los trenes de alta velocidad y en la infraestructura ferroviaria».

También se ha felicitado de que un número incipiente de estonios viajen a España por distintos motivos y de que cada vez más jóvenes españoles hagan lo propio con el país báltico.

Asimismo, ha mencionado también la exposición ‘España blanca y negra. Una visión de España. De Fortuny a Picasso’ que hasta agosto se puede visitar en el Museo Kadriorg y que ha tenido ocasión de recorrer antes de la cena junto a Karis.

Con ello, Don Felipe ha puesto fin a su visita a Estonia, donde además de mantener un encuentro bilateral con el presidente estonio también ha tenido ocasión de visitar el Parlamento, Riigikogu, donde ha sido recibido por su presidente, Lauri Hussar.

Pero sin duda el momento más destacado de la jornada ha sido la visita que ha realizado al portaeronaves ‘Juan Carlos I’, atracado en el puerto de Tallin tras participar en la misión Baltops de la OTAN, que se ha realizado en el Báltico. Aquí, ha realizado una primera visita acompañado por el presidente estonio y luego, ya en solitario, ha tenido ocasión de charlar y departir con los alrededor de 1.100 efectivos a bordo, a quienes ha agradecido su dedicación y entrega.

Felipe VI continuará este martes su gira en Lituania, donde se verá con el presidente, Gitanas Nauseda, y visitará igualmente el Parlamento. Además, se desplazará acompañado de Nauseda hasta la base de Siauliai, donde hay desplegados casi 200 militares españoles que participan en la Policía Aérea del Báltico (BAP) de la OTAN.

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