La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating de emisor a largo plazo de Telefónica, situado en ‘BBB’ con perspectiva ‘estable’, que se ve apoyado por la fortaleza de sus principales negocios (España, Brasil, Reino Unido y Alemania), pero lastrado por la volatilidad de las divisas y el impacto en su endeudamiento.
En concreto, Fitch remarca que el rating de Telefónica está respaldado por la fuerte posición de sus negocios principales, situados en Europa y Brasil/América Latina. En concreto, detalla su fortaleza como operador incumbente en España, un mercado «competitivo», pero no «disruptivo», donde ha invertido eficazmente en el despliegue de fibra y existe una avanzada demanda de los consumidores de servicios convergentes.
Asimismo, destaca su cuota de mercado líder en Brasil y sus negocios «firmemente posicionados» en Reino Unido y Alemania. Además, añade que es evidente un «enfoque flexible» de su cartera dado su acuerdo de fusión de su negocio en Reino Unido O2 con Virgin Media y el análisis de distintas opciones para su activos en Hispanoamérica.
«Fitch considera que Telefónica tiene un buen historial de operaciones de fusión y adquisición corporativas y la escisión –de sus activos en Hispanoamérica– debería ser alcanzable, aunque esto puede resultar un objetivo más a medio plazo», incide.
Por el contrario, menciona como un «riesgo clave a la baja» la volatilidad en los tipos de cambios, en particular la debilidad del real brasileño y el impacto que la evolución de las divisas tiene en el endeudamiento de Telefónica.
De hecho, añade que su previsión para 2020 impide un margen de mejora del rating, manteniendo así su perspectiva ‘estable’, pero advierte de que un empeoramiento material de la evolución del real brasileño es «probable» que lleve a una acción de rating negativo si Telefónica no toma medidas para mitigar su impacto.
Asimismo, la agencia de calificación crediticia también apunta que en el pasado Telefónica ha mostrado «voluntad y capacidad» para proteger la generación de flujo de caja mediante operaciones de venta y reducción del dividendo en efectivo ante una mayor presión de la deuda.