El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa un crecimiento de la economía mundial de 3,9% para 2018  -una décima más que en 2017- y de igual magnitud para 2019, lo cual supone una revisión al alza de sus previsiones respecto de octubre pasado. El panorama macroeconómico global del FMI, recogido en su último informe World Economic Outlook, prevé que el grueso del crecimiento provenga de las economías avanzadas (2,5%), impulsado por el fuerte optimismo de los mercados, políticas monetarias acomodaticias y las repercusiones globales de la política fiscal expansiva en Estados Unidos. Entre los riesgos de este escenario central el organismo destaca «un giro hacia políticas aislacionistas que perjudiquen el comercio internacional».

Para la Eurozona el multilateral anticipa un crecimiento de 2,4% para este año y una desaceleración a 2,0% en 2019. Tras haber crecido 3,1% en 2017, España aparece a la cabeza de sus socios regionales con un crecimiento previsto de 2,8%, reflejando una revisión al alza respecto de la previsión anterior (2,4%) efectuada por el organismo en enero pasado. Esta corrección alcista de 4 décimas se debe a una revisión optimista del impacto potencial del conflicto en Cataluña. Por otro lado, el FMI prevé que la economía española crezca 2,2% en 2019, cifra más en línea con su crecimiento potencial. En el conjunto de la Eurozona, figuran detrás de España Alemania y Francia, con crecimientos previstos de 2,5% y 2,1%, mientras que EEUU despunta como la economía avanzada con la mejor previsión de crecimiento (2,9%).

Cabe notar que el informe del FMI no deja de advertir sobre el elevado nivel de deuda de España y la necesidad de avanzar en la reducción de la dualidad del mercado laboral. Recomienda además reforzar las políticas activas de empleo para mejorar la empleabilidad de colectivos especialmente afectados como los jóvenes y los parados de larga duración.