Francia anula reunión con Reino Unido por la carta de Johnson sobre la crisis en el Canal de la Mancha

El Gobierno de Francia ha anunciado este viernes la anulación del encuentro previsto entre el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, y su homóloga británica, Pitri Patel, tras la misiva publicada a última hora del jueves por el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, sobre la crisis migratoria en el Canal de la Mancha.

Johnson publicó una carta en la red social Twitter en la que propone al presidente de Francia, Emmanuel Macron, patrullas marítimas conjuntas para evitar que las embarcaciones salga de las costas francesas o un acuerdo que «permita devolver a todos los inmigrantes ilegales que crucen el canal» y llegan a costas británicas.

«Consideramos la carta pública del primer ministro británico como inadmisible y contraria a nuestras discusiones entre homólogos», ha dicho el Ministerio del Interior francés, según ha informado el diario francés ‘Le Parisien’.

«Por lo tanto, Pitri Patel no está ya invitada el domingo a la reunión interministerial que se celebrará en un formato con Francia, Bélgica, Países Bajos, Alemania y la Comisión Europea», ha agregado, en una nueva muestra de las tensiones bilaterales sobre este asunto.

Asimismo, el portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, ha hecho hincapié en una entrevista concedida a la emisora francesa BFMTV en que la misiva de Johnson es «indigente en cuanto al fondo y fuera de lugar en cuanto a las formas».

Attal ha recalcado que la carta «no respeta todo el trabajo realizado por guardacostas, nuestros policías, nuestros gendarmes, que todos los días se movilizan» y ha señalado que estos esfuerzos han impedido que 7.800 migrantes crucen el Canal de la Mancha en lo que va de año.

En este sentido, ha manifestado que la propuesta sobre reasentamiento «no es la solución» y ha reiterado que «es necesario que los británicos envíen oficiales de protección para examinar las demandas de asilo que les conciernen».

El portavoz del Ejecutivo francés ha explicado que las autoridades del país europeo envían a estos funcionarios a lugares como Malta e Italia para analizar las peticiones de asilo que conciernen al país entre los migrantes llegados a estos países desde el norte de África.

Por otra parte, Attal ha criticado el «doble discurso» de las autoridades británicas y ha acusado a Londres de recurrir a la «externalización permanente de los problemas».

En respuesta, el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, ha defendido durante la jornada la misiva en una entrevista concedida a la cadena de televisión BBC y ha argumentado que «los amigos y los vecinos» tienen que trabajar juntos.

«Ninguna nación puede hacer frente a esto por su cuenta. Espero que los franceses lo reconsideren. Va en nuestro interés. Va en su interés. Ciertamente va en interés de las personas que son víctimas del tráfico hacia Reino Unido, con las escenas trágicas que estamos viendo y con gente perdiendo la vida», ha argüido.

La misiva de Johnson proponía un plan para «ir más lejos y más rápido» en las acciones frente a los cruces de migrantes por el Canal de la Mancha, entre ellos el despliegue de tecnología «más avanzada» –incluyendo sensores y radares terrestres– y una «vigilancia aérea recíproca con aeronaves tripuladas y no tripuladas, tal vez volando bajo una insignia conjunta».

El primer ministro británico pidió también profundizar en el trabajo de la Célula Conjunta de Inteligencia con un «mejor intercambio de información en tiempo real» para llevar a cabo «detenciones y procesamientos a ambos lados de los canales».

Por otra parte, escribió una serie de mensajes en Twitter en los que insistió en que «devolver rápidamente» a los migrantes que llegan de forma irregular a Reino Unido «reduciría significativamente el incentivo para que la gente ponga su vida en manos de los traficantes».

Estaba previsto que una delegación británica se trasladara este viernes a París para llevar a cabo conversaciones con el Gobierno francés, mientras Patel iba a acudir el domingo a Calais, frente a cuyas costas murieron esta semana una treintena de personas que intentaban cruzar a Reino Unido, un suceso que ha llevado a los países a valorar nuevas medidas frente a la crisis migratoria.