Según el observatorio galo de Coyunturas Económicas, nuestro país ya ha pasado lo peor de la crisis. Eso sí, alerta de que su situación es “todavía muy frágil”. En concreto el organismo galo prevé un crecimiento del 1,2 % este año y del 2 % en 2015 para nuestra economía, pero entre las sombras que acecha nuestra frágil recuperación, está el riesgo de deflación a la japonesa, a pesar de no ser el escenario más posible de sus pronósticos.
Sin embargo, si advierte que la amenaza vendría por una espiral en que la caída de salarios y el descenso ininterrumpido de los precios inmobiliarios, que prolongarían el saneamiento de los bancos e hincharía más la deuda pública. De hecho, calcula que el sector financiero podría tener que asumir 197.000 millones de euros de préstamos que no les serán devueltos.
A demás, dice el organismo que el ajuste del gasto público este año va a ser a penas de seís décimas, menos de lo que pedía la Comisión Europea, entre otras cosas porque entre los planes del Ejecutivo no está la de compensar el gasto con subidas de impuestos.
En cuanto al mercado laboral, en su escenario, el observatorio galo vaticina que la tasa de paro tocó techo en 2013 con el 26,4 %, Por lo que disminuirá al 25,3 % en 2014 y al 23,8 % en 2015.