El Presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa y Vicepresidente de CEOE, Antonio Garamendi, considera que las medidas y reformas que tomó el gobierno, en especial la reforma laboral, fueron valientes y no sólo permitieron crear nuevos empleos sino que contribuyeron a sostener la viabilidad de los pequeños y medianos empresarios, a quienes se refirió como victimas de la crisis “de las que no suele hablarse tanto”, pero que también son parte importante del coste social causada por aquella.
Durante su ponencia “Las patronales ante los cambios digitales”, realizada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Garamendi puso en valor que el 80% de los empleos son creados por las pymes y que éstas juegan un papel vital en el nuevo modelo de crecimiento de la economía española. En este sentido, afirmó que “España ha hecho los deberes y ha superado el modelo basado en la construcción”. Evidencia de ello son datos como la multiplicación por tres de las empresas exportadoras, al pasar de 50.000 a 150.000, y que nuestro ratio de exportaciones/PIB ha superado al de Francia e Italia.
CAMBIO DE MENTALIDAD EMPRESARIAL
El empresario afirma que estas estadísticas son un reflejo de un cambio de mentalidad en el empresario español, el cual está cada vez más convencido de que la digitalización es indispensable para sobrevivir en el mundo globalizado.
Opinó que las pymes necesitan buenos asesores para su transición digital, pues son tecnologías caras, que cambian muy rápido, y no todas son compatibles con las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. Acotó además que la morosidad sigue siendo el principal problema de las pymes para avanzar hacia la digitalización.
‘STARTUPS ESPAÑOLAS’
Sobre las startups considera que en España estas deberían crearse y consolidarse, en lugar de venderse al mejor postor antes de desarrollar todo su potencial. En este sentido, expresó que el objetivo no debe ser “pegar el pelotazo” sino añadir valor a la economía española.
ADAPTACION DE LOS TRABAJOS A LA DIGITALIZACIÓN
Garamendi explico que, a diferencia de otras revoluciones tecnológicas, ésta comenzó en los consumidores (personas y hogares) y han sido las empresas las que han debido adaptarse a los nuevos comportamientos de la sociedad en todos los ámbitos de la vida. Además, resaltó que el proceso de digitalización ha crecido de “manera geométrica”, es decir, que la velocidad de los cambios es cada vez mayor.
En el ámbito laboral, el 20% de los trabajos van a desaparecer y el 80% que permanecerán se tendrán que transformar. Por tanto, hay que cambiar profundamente el concepto de la formación continua en España. Para ilustrar esta necesidad puso de ejemplo el hecho de que el ratio de graduados de letras a graduados de ciencias sigue siendo de 3 a 1, el mismo de hace 20 años. Por otro lado, sostuvo que hay nuevas carreras en torno a los temas digitales que deben potenciarse.
También recordó que los recortes más fuertes han sido en inversión pública e investigación (I+D) y formación, elementos que son clave para que las empresas eleven su eficacia en la búsqueda y contratación de talentos, factor que ha sido fundamental para las empresas que más han crecido.