El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, futuros primeros espadas del grupo que surja de la fusión de ambos bancos, defendieron este viernes que la unión de ambas franquicias es una “alternativa excelente” para todos los accionistas, incluidos los contribuyentes, y se comprometieron a “trabajar” para que la recuperación de ayudas “sea la mayor posible”.
Goirigolzarri negó que optar por la fusión sea una mala decisión si el Estado, dueño actual del 61,81% de Bankia y que pasará a controlar un 16,1% en el grupo fusionado, no logra recuperar los más de 24.000 millones de euros inyectados en el Grupo BFA (Bankia y BMN), explicando que su nacionalización supuso ayudar a la economía española en su conjunto.
“Cuando se pregunta si se concedieron para ser recuperadas, es una pregunta que implícitamente conlleva la idea de que si no se recuperan todas ha sido una mala decisión, y yo no estoy de acuerdo con eso”, empezó a relatar, indicando que con la intervención en Bankia no se salvó a los accionistas, a las personas o a los banqueros, ya que “todo el Consejo salió sin ninguna indemnización” y su plantilla sufrió el mayor ajuste de la banca.
“Estamos hablando de salvar a los depositantes”, relató, recordando que si se deja caer a Bankia y el Fondo de Garantía de Depósitos hubiese tenido que cubrir los depósitos garantizados -hasta 100.000 euros por cliente-, “estaríamos hablando de 60.000 millones de euros y no de 20.000 millones” en ayudas que habría tenido que surtir el Estado.
Además, recordó que la intervención hizo que cayese una prima de riesgo que rondaba los 600 puntos básicos, explicando que cada 100 puntos son 10.000 millones de euros en coste financiero para el Tesoro cada año, y subrayó que luego bajó porque dicha prima estaba disparada precisamente por las dudas en el sector financiero “y, desde luego, por Bankia”. “Y como consecuencia de aquella inversión se estabilizó el sistema financiero. Si no se hubiera estabilizado el sistema financiero, el impacto de la economía hubiera sido muy, muy superior”, resumió.
“Por lo tanto, creo que con independencia de que la recuperación sea mayor o menor, y no hablo solo de Bankia sino de toda la inversión que se hizo en el rescate bancario, la decisión que se tomó fue la decisión correcta”, zanjó por ese lado.
POSITIVO PARA LOS ACCIONISTAS
Por otro, defendió que la fusión con Caixabank “es una operación muy positiva”, que ofrecerá a los accionistas de Bankia una prima del 20% frente a su cotización antes de reconocer las negociaciones de fusión, y “que en el futuro se van a beneficiar de una entidad con mayor rentabilidad”. “Para el año 2022 podríamos tener un incremento del beneficio por acción, como hemos visto, de casi el 70 por ciento”, apuntó, recordando que además la cotización de Bankia se ha revalorizado un 40% desde que se supo que había entablado conversaciones de fusión.
“El valor, en definitiva, de la inversión que tienen los contribuyentes en Bankia ha subido un 40% y ese es el argumento, en definitiva, de que esta operación es muy positiva para la línea de optimizar la recuperación de ayudas”, abundó, sin dejar de reconocer que el banco continúa cotizando en el mercado y eso implica que podría recibir una oferta competidora que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) debería valorar llegado el caso.
Pero en la situación actual, con la crisis agravada por el Covid y la expectativa de que el escenario de tipos negativos para la banca se prolongue otros 60 meses, dijo que Bankia se refuerza y crea un grupo que los analistas esperan que alcance una rentabilidad Rote del 8% en el año 2022.
“Hay que reaccionar y la reacción significa pensar en tus accionistas y pensar cuál es la mejor alternativa para los accionistas. Y desde ese punto de vista, me parece que el proyecto que estamos presentando es una alternativa excelente para todos los accionistas y, desde luego, para los contribuyentes. Y desde luego, para la devolución de ayudas. ¿Que será el 100 por ciento? Será lo que sea, pero en esta situación nueva estamos mejor de lo que estábamos antes y es lo que importa a la hora de tomar una decisión”, añadió.
Gonzalo Gortázar valoró a su vez como “bien conocido” el trabajo “tan extraordinario que ha hecho Bankia en estos años” gracias al equipo directivo liderado por José Ignacio Goirigolzarri, considerando que “tenemos que estar muy satisfechos de que, en este entorno tan difícil, Bankia haya estado en unas manos tan solventes como contribuyentes”.
Ambos banqueros detallaron que el proyecto nace de la propuesta del presidente de la Fundación “La Caixa”, Isidro Fainé, a la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que emplazan a los Consejos de Administración de ambos bancos a analizarlo e iniciaría el proceso el día 25 de agosto, con el fichaje de la legión de asesores legales y financieros que les ha ayudado a cerrar el proyecto con su valoración.
FROB
Goirigolzarri descartó de plano que haya habido exigencia alguna por parte del Frob, quien ahora se apoyará en asesores externos para valorar la operación y emitir su voto en la próxima Junta de Accionistas que celebrará el banco en noviembre y aseguró que nunca ha interferido en la gestión de Bankia.
Con la fusión, el Frob pasará a nombrar a uno de los 15 consejeros del nuevo banco, cuando en Bankia no disponía de ningún sillón ya que tenía, de facto, el control accionarial al gestionar un 61,81% del capital. Su entrada en el máximo órgano de administración es por ese cambio de peso y al no ser ni siquiera el primer accionista, ya que Fundación “La Caixa” controlará un 30%.
Gortázar aseguró que desde Caixabank no se teme injerencia alguna aunque el Frob se siente en el consejo, cuando “en todos estos años el equipo de Bankia no ha tenido ninguna interferencia, ha hecho el trabajo que tenía que hacer con la máxima profesionalidad” y el Frob tenía casi el 62%. “No veo en absoluto que eso vaya a cambiar, al revés. Lo único que supone para mí personalmente y para todo el grupo es una responsabilidad adicional”, para “hacer las cosas bien”. Según Gortázar, toca “seguir con esa labor que se ha hecho desde Bankia de hacerlo lo mejor posible para que esa recuperación de inversión sea la mayor posible”.
Si bien reconocieron que con la cotización actual “no parece el mejor momento” para una desinversión del Frob pese a la revalorización conseguida al calor de la fusión, eludieron elucubrar sobre los plazos en los que podría salir del capital el Estado. Solo recordaron que hay una ley española que fija dicha salida antes del 31 de diciembre del 2021, pero cuya fecha ya se ha aplazado en dos ocasiones ya que “no es ningún compromiso” por exigencia del Banco Central Europeo (BCE) ni con Bruselas.