González cede ante Cifuentes y no habrá pantalla gigante en Sol

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunció hoy que el Gobierno autonómico no instalará la pantalla gigante que tenía previsto colocar en la Puerta del Sol para transmitir la final de la Liga de Campeones de fútbol entre el Real Madrid y el Atlético, dados los temores expresados por la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, quien después celebró la decisión como «una buena idea».

A los dos se les preguntó por la polémica, con apenas unos minutos de diferencia, en el acto de entrega de las Medallas de Oro de la Ciudad de Madrid, en la sede del Ayuntamiento en el Palacio de Cibeles.

González aclaró que él no veía el riesgo que percibía Cifuentes en juntar a las dos aficiones en un mismo lugar, pues son «magníficas», pero que a la vista de los temores de ésta y dado que la seguridad es competencia de la Delegación del Gobierno no instalaría las pantallas.

Seguidamente, Cifuentes puntualizó que sus temores los había expresado a título personal y que su obligación era ofrecer toda la colaboración y recursos policiales a la Comunidad en caso de que decidiera instalar las pantallas, pero terminó celebrando que se haya impuesto «el sentido común y el buen juicio».

Dijo que no duda de que la mayor parte de los aficionados son gente pacífica, pero recordó que en estos eventos deportivos «pasan cosas» y por eso se les califica siempre como «de alto riesgo».

González y Cifuentes zanjaron así la situación tratando de asumir la menor responsabilidad personal en la decisión final de no instalar la pantalla y de aclarar que tienen la mejor opinión de los aficionados de los dos equipos madrileños. El presidente llegó a calificarlas como «las dos mejores aficiones del mundo», recordó el día histórico que supone para la ciudad la final que enfrenta a los dos equipos y justificó la idea de instalar la pantalla por la conveniencia de que todos los madrileños pudieran disfrutarlo en un lugar emblemático como la Puerta del Sol.

«Pero al parecer hay quien entiende que eso es motivo de riesgo», derivó González, para luego precisar: «Dado que la delegada considera que puede haber graves incidentes, comparando a las aficiones con otras violentas [las del River Plate y el Boca Juniors argentinos], evidentemente, oyendo esta posición no instalaremos las pantallas».

«LO QUE DIGA LA DELEGADA»

El presidente autonómico se mostró seguro de que las aficiones del Real Madrid y del Atlético tendrán «un comportamiento ejemplar gane el que gane», y aclaró que «nosotros no vemos ese peligro», pero «dado que genera tanta preocupación, haremos lo que diga la delegada del Gobierno».

Por su parte, Cifuentes dijo que personalmente la idea de no poner la pantalla le parece «correcta» y que le alegraba que no se fuera a juntar a las dos aficiones en una misma plaza, porque «todos sabemos que los acontecimientos deportivos pueden provocar incidentes», pero se eximió expresamente de responsabilidad: «La decisión no me corresponde a mí tomarla».

Se ratificó en su opinión expresada el día anterior de que no le parecía prudente la idea de colocar la pantalla y en que una reunión masiva el día anterior a las elecciones europeas debe conllevar una consulta y una autorización de la Junta Electoral Central.

Recordó que en Lisboa se va a separar a las dos aficiones, se va a prohibir el consumo de alcohol y se van a tomar otras medidas que suponen «actuar de forma lógica», porque cuando hay un ganador y un perdedor juntar a las aficiones puede ser arriesgado.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, también preguntado por esta polémica, antes y después de González y Cifuentes, ironizó que parece que es en el PP donde hay «aficiones diferentes» y les pidió «que no nos aburran» con sus diferencias internas.

Dijo que corresponde a la Delegación del Gobierno decidir sobre la seguridad y que el 24 de mayo «es el día de los clubes» y «parece que alguien se quiere apropiar» del evento, y se preguntó qué necesidad hay de poner pantallas en la Puerta del Sol, donde al PP no le gusta que haya manifestaciones, cuando los dos estadios se abrirán a sus aficionados para seguir el partido en sendas pantallas.