González Laya augura un otoño “atípico” para la movilidad entre países de la UE

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, aventuró este jueves que el próximo otoño será “atípico” para la movilidad entre los diferentes Estados miembros como consecuencia de los rebrotes de coronavirus que están surgiendo en cada uno de ellos, por lo que mostró su confianza en que los 27 sean capaces de articular medidas que permitan “mantener a raya” a la pandemia y garantizar la libertad de circulación.

Lo dijo en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Servimedia, en la que expuso que España respeta las decisiones que toman terceros países en cuanto a las recomendaciones y restricciones para viajar a suelo español, porque “también queremos que se respeten las nuestras”.

No obstante, adujo que su departamento trabaja en Bruselas que para “se entienda de la manera más detallada” la incidencia del virus en España a partir de la discriminación por regiones, el análisis de la información teniendo en cuenta más de un criterio –número de asintomáticos, presión hospitalaria, test realizados- y la apertura de corredores sanitarios, como los que se están negociando con el Reino Unido, para dar soluciones a los territorios que más necesitan del turismo, como las islas Canarias.

Esto le sirvió para constatar que “vamos avanzando” en esa dirección, como lo demostraría el hecho de que las medidas que la Comisión Europea propondrá para unificar las restricciones de viaje con el fin de garantizar que los Estados miembros se coordinen mejor y se asegure la libre circulación serán sensibles con los posicionamientos que defienden España sobre este particular.

A pesar de ello, reconoció que el próximo otoño, como ya lo ha sido este verano, será “atípico” en lo concerniente a la movilidad entre países de la UE como consecuencia de los rebrotes que están surgiendo en cada uno de ellos.

Por ello, llamó a ser “tremendamente responsables” a la hora de arbitrar medidas que permitan “mantener a raya” a la pandemia y garantizar la libertad de circulación hasta que se descubra una vacuna o un tratamiento que combata al virus.