González Laya espera que Baleares y Canarias se beneficien de la decisión británica de evaluar la situación epidemiológica de las islas

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, dejó claro este martes que el Gobierno trabajará denodadamente para que los archipiélagos de Baleares y Canarias se beneficien de la decisión tomada por el Reino Unido de evaluar la situación epidemiológica de las islas antes de emitir restricciones o recomendaciones de viaje para los distintos países.

Lo dijo en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, en la que explicó que el Gobierno “está peleándose” actualmente en “dos frentes”: Bruselas y Reino Unido con el fin de que, a medida que avanza el coronavirus, “sofistiquemos” la “vigilancia en fronteras”.

Esto le sirvió para exponer que el Ejecutivo defiende que esa vigilancia ha de hacerse de manera “territorializada o regionalizada”, ya que, por ejemplo, España tiene una “variedad” notable en lo que a incidencia del virus por territorios se refiere.

Añadió que los países no deben observar, a la hora de medir el impacto del virus en un país, el número de contagios, sino también la cifra de test de diagnóstico realizados, el volumen de personas asintomáticas y la incidencia de la enfermedad en los hospitales.

“De lo contrario, todo el país es víctima de un sola medida”, dijo.

Por esa razón, dio la bienvenida a la decisión británica de analizar la situación epidemiológica por islas antes de emitir restricciones o recomendaciones de viaje, y apuntó que ahora queda negociar con Reino Unido para que los archipiélagos españoles se beneficien de esta decisión.

La jefa de la diplomacia española abundó en que la medida tomada por Londres es importante para Baleares por contar con una temporada de turismo de invierno considerable, por lo que reiteró que España se esforzará para que los archipiélagos españoles puedan aprovecharse de esta “ventana de oportunidad”.

Por otro lado, rechazó que España sea una excepción en Europa en la extensión de los rebrotes. Lo hizo manifestando que, por sus contactos con algunos de sus homólogos, ha comprendido que el virus también avanza en Francia o Italia, “a medida que se abrían los contactos” tras los confinamientos aplicados por cada uno de los países.

“Este es el reflejo de una situación con la que vamos a convivir para combinar la apertura de espacios y el control para no expandir el coronavirus”, adujo.

Por último, descartó que la UE pueda llegar a recomendar a un Estado miembro que module la apertura de sus fronteras en función de la incidencia del coronavirus –la competencia de las fronteras es propia de cada país-, ya que en Bruselas la discusión actualmente reposa en dotarse de una “mayor riqueza criterios” para analizar el impacto de la pandemia por capitales.

Todo ello, concluyó la ministra, con el fin de “armonizar la respuesta” que cada país da para “no caer en el error” del principio de la pandemia de “ir cada uno tomando medidas” unilateralmente.