El consejero delegado de BBVA pide «altura de miras» a los líderes políticos
«El mercado laboral merece una segunda vuelta», así de claro ha hablado José Manuel González-Páramo, que ha pedido a los líderes políticos que tengan «altura de miras» para abordar nuevas reformas que permitan consolidar el crecimiento económico y acabar con «la lacra del paro, creando más y mejor empleo».
Así alertaba de que un millón de empleos creados no son suficientes y que no podemos permitirnos «ni una tasa de paro que rondará el 18% ni las muy elevadas» tasas de temporalidad urgiendo a buscar soluciones que doten de flexibilidad al mercado de trabajo. Para ello es necesario, además, nuevas reformas que permitan que las pymes aumenten de tamaño.
González – Páramo que ha intervenido en la jornada de inauguración de los Cursos de Verano de Santander organizados por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Apie (Asociación de Periodistas de Información Económica) ha explicado que España «está demostrando resistencia», con crecimientos del un 2,7% este año y el mismo porcentaje el de 2017, duplicando casi las que se esperan en la UE.
No obstante ha alertado de los costes de la inestabilidad política que «veremos en diferido».
En cuanto al sector bancario, éste se enfrenta a una revolución originada por la «tormenta perfecta» que ha supone la recesión por el bajo crecimiento de la economía que «tiene efecto sobre los balances bancarios», el desapalancamiento cuyo reflejo es «una dinámica de crédito moderada» y las tasas de rentabilidad que «no remuneran el coste de capital».
Las políticas de tipos bajos del BCE pueden volverse en su contra
Este último punto esto es fruto no solo de la economía sino de las políticas de tipos bajos puestas en marcha por el BCE (Banco Central Europeo), que «no deben prolongarse durante mucho tiempo», por los riesgos acomodaticios que suponen. De hecho, las medidas adoptadas para preservar la unidad del euro «podrían volverse en su contra» ya que el haber asumido excesivos riesgos «puede ser visto como un elemento de parcialidad» e incluso convertirse en la semilla de futuras crisis.
Asimismo ha querido hacer referencia a las limitaciones propias del organismo que preside Mario Draghi que por si sólo no puede dar dinamismo al crecimiento económico «de manera sostenida, puede ayudar pero no aumentar el producto potencial ni flexibilizar los mercados rígidos ni mejorar las infraestructura dentro de la unión».
En este sentido ha pedido mayor ambición para construir una Europa más resistente a través de una «mayor integridad económica, fiscal y política».
Por otra parte, puntualizaba que se necesita continuar reforzando el papel de regulador como organismo de ayuda en el tránsito hacia el nuevo modelo de negocio bancario.
Dos años de dividendos
González – Paramo ha afirmado que la adaptación de algunos bancos a las nuevas tecnologías «costará hasta dos años de dividendos». Así las entidades deben ser ambiciosas para resolver los problemas que supone la digitalización del sector.
En este sentido «la onmicanalidad es una condición sine qua non» para que conseguir que la banca sea atractiva a los milenials. No obstante pese reconocer que la evidencia de la disrupción digital, ésta no ha ido tan deprisa porque «una parte de la clientela demanda servicios clásicos así como porque parte de las empresas tecnológicas no quieren la regulación que recae sobre la banca».