Grifols registró un beneficio neto de 224,8 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone un crecimiento del 23% respecto al mismo periodo de 2013, según ha informado este jueves la compañía.
Las ventas aumentaron un 16,7% y alcanzaron los 1.610,8 millones de euros, incluyendo el negocio de diagnóstico transfusional adquirido a Novartis, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 508,2 millones de euros, un 14,3% por encima del logrado un año antes.
Entre enero y junio, el beneficio neto ajustado, que excluye los costes no recurrentes, los asociados con recientes adquisiciones y otros costes, se situó en 288,7 millones de euros en el primer semestre, un 16,7% más. El grupo farmacéutico ha mantenido estables sus gastos financieros durante el primer semestre del ejercicio a pesar del aumento de la deuda en términos absolutos, lo que le ha permitido mejorar el beneficio.
La deuda financiera neta de Grifols a finales del primer semestre de 2014 se situó en 3.163,3 millones de euros, lo que supone un ratio de endeudamiento de 2,92 veces el Ebitda ajustado, superior a las 2,28 veces reportadas en diciembre de 2013, antes de la adquisición a Novartis del negocio de diagnóstico transfusional.