El Grupo Volkswagen está investigando en estos momentos cómo se dividen por marca y modelos los 800.000 vehículos que ha reconocido que presentan «irregularidades» en la certificación de emisiones de CO2.
Así lo han asegurado a Efe fuentes del Grupo en España, que han destacado que, por tanto, «cualquier cifra que salga o cualquier modelo que se diga» sin que haya sido confirmada por el gigante automovilístico alemán desde su sede de Wolsburgo son «meras especulaciones».
«Se está investigando todo», ha reiterado la fuente, que, sobre la posibilidad de que haya modelos afectados en SEAT, ha respondido que seguro que los habrá, aunque no ha podido cuantificar ni número ni modelos porque el Grupo está procediendo a recabar los datos de las marcas principales (Volkswagen, Volkswagen comerciales, Audi, la española SEAT y Skoda).
Se está trabajando para definir exactamente las unidades y evitar así que haya «errores» o «especulaciones», ha añadido.
El Grupo Volkswagen anunció ayer en una nota que ha detectado «irregularidades» en la certificación de emisiones de CO2 que afectan a alrededor de 800.000 vehículos del grupo, con un riesgo estimado para la compañía de unos 2.000 millones de euros.
El consorcio no ha explicado si esos 800.000 están incluidos en los 9,5 millones que tienen un programa informático con el que se pueden alterar las emisiones de dióxidos de nitrógeno (Nox).
De ellos, 98.000 son a gasolina
El ministro de Transportes alemán, Alexander Dobrindt, indicó hoy que de los nuevos 800.000 vehículos que Volkswagen ha admitido que presentan emisiones «irregulares» de CO2, unos 98.000 cuentan con motores de gasolina.
De esta forma el escándalo en torno a las emisiones de gases contaminantes del fabricante de vehículos alemán deja de ser una cuestión de ciertos motores diésel.
«Hoy se nos ha comunicado que 98.000 de esos vehículos son de gasolina», indicó el ministro en un pleno del Bundestag (cámara baja) ante una interpelación parlamentaria.
Dobrindt consideró «inaceptable» el hecho de que una empresa haya tomado medidas para falsear los datos de emisiones de gases contaminantes y aseguró que Volkswagen debe asumir su «responsabilidad» en todos los frentes derivados de este escándalo.
«Volkswagen tiene claramente la responsabilidad y la obligación de reparar los daños a los clientes», afirmó.
El ministro explicó que su ministerio está trabajando con el de Finanzas para resolver una de las derivadas de la información de ayer de Volkswagen, cuando reconoció que, además de lo hasta ahora conocido, unos 800.000 vehículos del grupo tenían unos niveles de emisiones de C02 superiores a los teóricos.
En concreto, Dobrindt señaló que si los automóviles contaminan más de lo admitido, el impuesto de circulación también subiría, pero están estudiando cómo hacer para que ese coste, que además sería retroactivo, no se exija a los conductores, sino a la empresa.
El titular de Transportes aplaudió la iniciativa comunitaria para unos nuevos test para vehículos y recalcó que Berlín aboga por la imposición de estándares internacionales de medición de gases.
EFECOM