El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha apuntado que uno de los objetivos de la fusión entre la entidad catalana y Bankia es el de anticiparse a las exigencias del entorno «en una nueva ola de reestructuración» del sector bancario.
Lo ha señalado este jueves durante su intervención en la Junta General Extraordinaria de Accionistas que debe dar el visto bueno a la fusión, y también ha asegurado que la absorción de Bankia permitirá «aportar valor» a los accionista de las dos entidades.
Sobre el entorno, Gual ha destacado que los bancos europeos se encuentran bajo «una enorme presión» por el contexto de tipos bajos, la creciente digitalización de los servicios financieros y nuevos requisitos regulatorios que han provocado un incremento de los costes.
«Lejos de disiparse con el tiempo, estas presiones han ido ganando en intensidad y es preciso hacerles frente con cambios estructurales de calado», ha afirmado Gual, y ha recordado que las diversas autoridades supervisoras han hecho llamamientos a una mayor concentración bancaria.
El presidente ha remarcado que Bankia «es el mejor socio posible» tanto por su base de cliente –necesaria para desarrollar nuevos modelos de negocio– como porque también tiene raíces en las cajas de ahorro.
«INTEGRACIÓN ARMÓNICA»
En este sentido, Gual ha augurado una «integración armónica» por los valores y orígenes compartidos por ambas entidades.
También ha valorado que la absorción de Bankia también permitirá «seguir equilibrando la presencia -de CaixaBank- en todo el territorio español».
DESPEDIDA COMO PRESIDENTE
Gual ha recordado que si los accionistas ratifican la fusión será su última intervención en una junta como presidente de CaixaBank y ha querido hacer balance de sus cuatro años de presidencia.
El directivo ha señalado que durante su mandato la entidad ha logrado una rentabilidad por encima de la media del sector en Europa y se han logrado «mejoras en gobierno corporativo», reduciendo el consejo de administración de 18 a 15 miembros e incrementando la presencia de mujeres.
A modo de despedida, ha querido rendir homenaje a Isidro Fainé y a quienes le han precedido en la presidencia del consejo, y también al fundador de La Caixa, Francesc Moragas, recordando la frase que él mismo acuñó: «El trabajo en la mente y la gente en el corazón», ha concluido esperando que este lema siga guiando a la entidad.