Guillermo Solana, director artístico del Thyssen: "Wert es muy cordial y con mucho sentido del humor"

Guillermo Solana es director Artístico del Museo Thyssen de Madrid. Añora el reposo de las clases universitarias, aunque no la corrección de exámenes. Reconoce que el placer más maravilloso de trabajar en un museo es pasear solo por las salas.

1. ¿Nunca le ha dado miedo convertirse en el blanco de la prensa del corazón trabajando con la baronesa Tita Cervera?
Nunca. La prensa del corazón es más inteligente de lo que a veces pensamos y han entendido que la baronesa tiene muchos mundos, yo estoy en uno de ellos, pero no en todos.

2. ¿La primera vez que llegó a su despacho del Thyssen que pensó?
Nunca he tenido la sensación de ser el amo del Thyssen, sino que trabajo aquí con un equipo. Cuando llego por las mañanas y veo la fachada no pienso ¡Ah, este es mi terreno, mi casa! sino que es el sitio donde trabajo y donde estoy cómodo. Nada más.

3. Solo ha trabajado en el Thyssen, si tuviera la oportunidad de irse a otro museo ¿Cuál sería?
Hay museos fascinantes como visitante pero un laberinto para dirigirlos, no me gustaría tener una responsabilidad grande en el Metropolitan de NY. Si alguna vez dejo el Thyssen y si alguien me lo ofrece iría a un museo de tamaño medio con una colección enfocada y basada en la colección privada de un coleccionista.

4. Alguna vez ha dicho que los museos que alardean de las colas son vulgares ¿Es que usted nunca ha hecho cola para ver nada?
Muchísimas veces. Siendo ya director del Thyssen, lo cual delata mi estupidez, me pasé una mañana entera haciendo cola en la Galería de los Uficci y al final no conseguí entrar. Era domingo y no me dio tiempo a avisar a nadie del staff.

5. ¿Tiene pinturas de las cuales pueda presumir?
Nunca he tenido dinero para comprar arte, tengo algunas obras mías, como este Saura (Señala la pared de su despacho) y otras obras que me han regalado amigos artistas de mi generación.

6. O sea que ni pensar en dar las obras como dación en pago ¿no?
(Risas) No, de ninguna manera. La ventaja de trabajar en un museo como este es que no tienes deseos de comprar.

7. ¿Usted pasea por las salas cuando hay visitantes para ver que es lo que comentan de las exposiciones que trae?
En alguna ocasión he paseado de visita con alguien por la sala, hemos comentado algo con tanto entusiasmo que los visitantes me han mandado callar. Me gusta bajar a las salas, aunque me gusta mucho cuando no hay nadie, es uno de los privilegios de estar en un museo.

8. Para ser un buen director artístico de un museo ¿Qué equilibrio deber haber entre los conocimientos de arte y de finanzas?
De las finanzas no me tengo que ocupar porque hay un director gerente pero sí que hay que ser consciente de los límites presupuestarios y las posibilidades comerciales. En esto no hay conflicto, coincidimos bastante en cómo tiene que ser la oferta del museo para que siga siendo viable.

9. El cine español de los años 60 no le gustaba, pero se han reconciliado ¿Con qué artista esto no ha pasado?
Cuando eres joven eres muy tajante en los juicios, en particular lo que kitsch no se puede ni mirar pero con el tiempo te vuelves más comprensivo. La pintura académica francesa del S.XIX me parecía abominable, pero con los años comienzas a entender más cosas de las que veían los que la apreciaban.

10. ¿Volverá a las aulas universitarias o se quedará por aquí?
Hay temporadas que añoro las aulas, el trabajo es más reposado y más íntimo, la relación con los alumnos es más directa, en un museo tienes que contar con muchas cosas.

11. No se si era usted consciente de que arrancaba suspiros de admiración entre las alumnas universitarias.
(Risas) Es un bulo, pero en todo caso es mejor no enterarse de esas cosas. Los profesores tienen problemas para madurar porque se enfrenta una audiencia joven y terminan olvidando que ellos cada año son más viejos.

12. Es duro corregir exámenes pero ¿Qué me dice de los alumnos que van a las revisiones?
Que vienen pocos. Vienen los desesperados y los de matrícula, con los que es más complicado lidiar porque no aprueban que les hayas puesto un sobresaliente y no una matricula. En cambio cuando corriges exámenes casi desaprendes, porque acabas olvidando la respuesta correcta.

13. Cuando comenzó a estudiar ¿Alguien le dijo que con el arte iba a morir de hambre?
Cuando le dije a mi padre que estudiaría filosofía pura, efectivamente me dijo eso, pero no me presionó. Al final, hayas estudiado lo que hayas estudiado, si te las sabes buscar terminas trabajando, dicho con el respeto para las personas que tienen dificultades para encontrar trabajo.

14. ¿Cómo ve el nivel cultural de la población española?
Para haber sido un país muy atrasado, España ha evolucionado muy deprisa pero con respecto a otros países le falta poso. Falta tradición cultural aunque suene absurdo por nuestro rico patrimonio histórico-artístico, pero la cultura no es un hábito que esté en primer lugar.

15. El ministro Wert y usted ¿Cómo se llevan?
Bien, nos vemos mucho en los patronatos. Wert es muy cordial y con mucho sentido del humor. En los patronatos suele haber un ambiente distendido, a pesar de que las cosas que se discuten son recortes.

16. ¿Se está castigando a Wert por su reforma educativa?
No conozco bien la reforma, pero estoy convencido de que muchos de los que hablan de ella tampoco la conocen bien. He vivido en la universidad varias protestas de leyes educativas. Mi experiencia es que el 90% no conoce bien la ley que se está discutiendo. Yo mismo estoy en curso de este delito porque nunca me he leído una ley de punta a cabo. Wert se ha convertido un poco en el chivo expiatorio de muchas cosas.

Fotografía: Arturo Crespo

Entrevista publicado en Febrero en Capital