La demanda de servicios financieros accesibles en cualquier momento han obligado a las entidades a invertir cada vez más en el mundo digital
A la fuerza ahogan y la rapidez con la que cambia la economía, así como la crisis financiera de 2007, ha obligado a replantearse el modelo bancario tal y como lo conocemos en la actualidad.
Así, la banca está implementando nuevas fórmulas orientadas a la obtención de mejores ratios de rentabilidad a partir de la reducción de los recursos que permite su proclamada digitalización, proceso en el que BBVA ha tomado la delantera al resto de sus competidores. Internet y el mundo digital es el último paso en innovación financiera que, según la definición del profesor y economista J.R. Álvarez, es el proceso de adecuación de la oferta y la demanda de la clientela a los mercados de tal manera que el cliente pasa a ser el foco de atención y la entidad deberá adecuar sus recursos a las necesidades.
En este sentido, la normalización en el uso de las tecnologías de la información, la escasez de tiempo y la penetración de los dispositivos móviles de última generación en las sociedades y economías avanzadas ha obligado a las entidades financieras a realizar cada vez mayores inversiones en adaptarse al mundo digital. Desde BBVA Research describen el origen del proceso de transformación de la banca “en la medida en que más consumidores han ido adaptándose a las interacciones digitales en distintos ámbitos de su vida, estos van demandando también servicios financieros que sean accesibles en cualquier momento y lugar, y que sean tan sencillos de utilizar como las redes sociales o el correo electrónico que usan con cotidianidad”.
En definitiva, ahorro (temporal), accesibilidad y sencillez se convierten en los parámetros determinantes. Esta revolución facilita el tránsito hacia otro de los items que diferenciará la banca del futuro. La ruptura de fronteras intrínseca al mundo digital permite también acceder a un mayor número de clientes a nivel espacial o geográfico. De hecho, lo que empezó siendo, en la década de los noventa, el hermano pequeño de la banca ha acabado mimetizándose con el hermano mayor.
Atrás queda la época de Uno-e, Patagon o Banco Popular-e, con los que ya no hay líneas de diferenciación, es decir, la transformación digital se ha convertido en un proceso holístico que afecta a toda la organización.
Multiplicar por 400 el beneficio
Desde la Asociación Española de la Banca (AEB), detallan que de la banca por internet multiplicó por 400 su beneficio durante los últimos cinco años, pasando de mover volúmenes de 2,95 millones de euros en 2010 a 1.128 millones de euros en el tercer trimestre de 2015.
En este punto pondremos como ejemplo el caso de BBVA, entidad que ha tomado la delantera al resto en la nueva banca y cuenta ya con 14,6 millones de clientes digitales. De éstos, 8,3 millones se integran dentro del conjunto de clientes de banca móvil. La gestión online se acompaña además de la reorganización de la estructura comercial. La reestructuración que se puso en marcha en la entidad presidida por Francisco González ha reducido considerablemente el número de oficinas y empleos con el objetivo de “ser más eficientes, productivos y avanzar en la especialización”.
Por otra parte, en los últimos años, el efecto crisis ha impulsado el fenómeno de las startups de componente altamente tecnológico, muchas de ellas orientadas precisamente a la ‘facilitación’ de servicios financieros, el fintech. Estos agentes, según los expertos de BBVA, “desagregan la cadena de valor de los bancos al especializarse en sus distintos componentes: pagos, cambio de divisas, crédito, acceso a los mercados de capitales, asesoramiento financiero, etc.” Quienes también se han apuntado a la moda de la financiación al consumo son las grandes compañías tecnológicas que “al operar globalmente y contar con un gran número de clientes pueden beneficiarse de importantes economías de escala”.
Lejos de convertirse en una amenaza este nuevo marco competitivo está siendo complementaria a la banca tradicional que, pese al lastre que supone la regulación y su estructura en sí, se ve obligada a evolucionar a pasos agigantados. De hecho los dinosaurios del sector recurren a este tipo de startups y las toman como ejemplo en el proceso de transformación. Como dato a tener en cuenta, según Finanzarel, una firma tecnológica que se dedica a la gestión online de anticipos de facturas y descuentos de pagarés, “los préstamos fintech en España pasarán de mover 300 millones de euros en 2016 a unos 30.000 millones de euros en 2025”.