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Hidden Away Hotels evoluciona con un modelo de gestión revolucionario

La pasión por el descubrimiento de edificios singulares que tengan una historia que contar, su rehabilitación arquitectónica y cultural, y la conceptualización y posicionamiento de ese lugar convertido en un negocio hotelero de primer nivel y dirigido a una clientela única, son las señas de identidad que definen el know-how y modelo de negocio de Hidden Away Hotels. La cadena de hoteles boutique de lujo, propiedad de los empresarios Carmen Cordón e Ignacio Jiménez, celebra 10 años desde la que fuera su primera apertura en Palma de Mallorca, el hotel Posada Terra Santa, y anuncia una evolución en su modelo de gestión con un nuevo equipo directivo al frente.

Considerada como una de las cadenas hoteleras más innovadoras del sector del lujo, Hidden Away Hotels cuenta en la actualidad con cuatro hoteles, tres de ellos en propiedad: Gran Hotel Inglés, el hotel de lujo más antiguo de Madrid; Seda Club Hotel en Granada; Gravina 51 en Sevilla y uno en régimen de arrendamiento, Posada Terra Santa en Palma de Mallorca, recientemente reformado integralmente por el reputado estudio neoyorkino Rockwell Group. Además, la cadena también posee dos edificios de apartamentos de lujo: Samaritana Suites, en Palma de Mallorca con nueve apartamentos de lujo que comparten los servicios del hotel Posada Terra Santa; y otro en Granada que, tras una inversión de seis millones de euros en la compra y posterior reforma del edificio, albergará 16 apartamentos de lujo que gozaran de los servicios del Seda Club Hotel, el primer cinco estrellas gran lujo que abrió́ en la ciudad andaluza en febrero de 2023.

A ellos se unirá en 2025 otro cinco estrellas gran lujo que la cadena abrirá en Lisboa, con el que afianza su crecimiento e inicia su expansión internacional. Estará situado en pleno centro de la capital lusa, contará con 51 habitaciones y el proyecto de arquitectura estará desarrollado por el arquitecto lisboeta Frederico Valsassina, mientras que el de interiorismo correrá a cargo de Lázaro Rosa-Violán.

 

EVOLUCIÓN EN EL MODELO DE GESTIÓN

Hidden Away Hotels cerró 2023 con una cifra de negocio de 14 millones de euros y un Ebitda (beneficio bruto de explotación) de más de cuatro millones.

Su dilatada trayectoria en restauración de patrimonio arquitectónico, su expertise en el análisis de la viabilidad económica de los proyectos y en la creación de un concepto y su posterior posicionamiento en el sector del lujo hotelero les ha convertido en especialistas en la creación de este tipo de establecimientos hoteleros desde cero con todos los estándares de calidad que busca un determinado tipo de cliente. Ahora, Hidden Away Hotels se embarca en una evolución del modelo de gestión por el cual ha empezado a estudiar proyectos en los que entrar en régimen de arrendamiento, siempre que cumplan los estándares de la firma.

De esta forma, la cadena tiene como objetivo seguir creciendo en los próximos años, «ahora tenemos cinco edificios en propiedad. En diez años nos gustaría tener diez hoteles más (15 en total) en arrendamiento, pero sin perder la esencia que nos ha traído hasta aquí», apunta Carmen Cordón. «Lo lógico sería crecer en España, en ciudades donde ya se está operando o en ciudades como Valencia, Bilbao y Málaga, que tienen un gráfico de visitantes fluído durante todo el año». Una evolución que llega de la mano de la consolidación del equipo corporativo de profesionales “apasionados y talentosos” al frente de Hidden Away Hotels, liderado por Jordi Caralt como director general corporativo, labor que compagina con la que ya asumía como director del Gran Hotel Inglés desde septiembre de 2022.

Este nombramiento supone un gran respaldo para la firma y todo el equipo que lo conforma, tanto corporativo como operativo de cada hotel, puesto que desde la cadena confían en la dilatada experiencia del profesional en el sector hotelero, para asentar y hacer crecer un modelo de negocio diferencial, rentable y de excelente posicionamiento en el mercado.

LA ESENCIA DE HIDDEN AWAY HOTELS

Desde sus inicios, el objetivo de Hidden Away Hotels ha sido ambicioso: localizar edificios singulares con una historia que contar en el centro de la ciudad, pero alejados del tumulto de las grandes vías, rehabilitarlos a nivel arquitectónico y dotarles del máximo nivel de lujo y confort, creando un concepto original de hotel boutique con un servicio de lujo ‘artesanal’ personalizado y a medida para una clientela única capaz de valorar una experiencia inmersiva local.

«El modelo de servicio es esencial, puesto que sin él da igual lo lujoso que sea el hotel o lo bien ubicado que esté», apuntan sus propietarios, Carmen Cordón e Ignacio Jiménez. «Un hotel debe ser un espacio que rezume la autenticidad del lugar que se visita, con siglos de historia y donde el verdadero confort no esté reñido con el diseño. Un sitio en el que uno se sienta acogido como un invitado de honor, donde la profesionalidad exquisita vaya de la mano de la cordialidad y la cercanía que definen el carácter español».

Todas estas premisas definen el modelo de servicio de Hidden Away Hotels basado en la excelencia y al que añaden el sello de garantía de lo que ellos llaman las tres ‘D’: desayuno, descanso y ducha. En este sentido, los cuatro hoteles de la cadena destacan por su desayuno, por estar situados en zonas céntricas pero salvaguardados del ruido y el tumulto, y por sus baños, dónde siempre se repite la ducha ‘rain dance’ que emula a la lluvia. En palabras de Carmen Cordón «gracias a nuestra visión personal y al significado que para nosotros tiene el verdadero lujo, hemos sido capaces de crear un concepto diferencial y alejado de las tendencias generales del sector».

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