Es cierto, dice un estudio de Pwc que los usuarios de banca móvil van a aumentar un 64% hasta 2016; y los que lo hagan a través de las redes sociales y banca online también acumularán importantes subidas, un 56% y un 37% respectivamente. La pregunta es: ¿Esto hará que las oficinas clásicas, las de toda la vida donde ibas con tu libreta ya no estarán? «Esta situación irá en detrimento de otros canales tradicionales como las sucursales o la banca telefónica, cuyos usuarios caerán un 25% y un 13%», concluyen las cifras.
Son datos de la Encuesta Mundial de Banca Digital, elaborada por PwC, un estudio que también confirma que «en ningún caso» las oficinas desaparecerán, sino que seguirán abiertas pero con funciones diferentes hasta las que ahora conocemos seguirán teniendo un papel relevante centrado en las operaciones bancarias más complejas.
En estos últimos años son muchas las entidades españolas las que están haciendo de la banca on line su sello, apostando por ella y mejorando el canal desde sus centros de tecnología e innovación. Es el caso de BBVA, por ejemplo, tiene una clara apuesta por este tipo de banca y creen que la verdadera competencia de las entidades están en internet con Google o Amazon. Así lo confirmaba en abril el propio Francisco González.
Pero ¿Qué pasa con los clientes de banca que no confían en la seguridad de las herramientas digitales? En principio no deberían desconfiar porque los bancos han realizado importantes inversiones en materia de seguridad de la información de sus clientes, de las transacciones y de los datos. En este sentido, la banca digital, y especialmente el uso de las redes sociales y del móvil, plantean nuevos retos en este campo. Menos de la mitad de los bancos encuestados (47%) tienen integrado un sistema de prevención de riesgos y cumplimiento normativo en todos los productos y servicios, incluida la banca digital. Para el 62% de los entrevistados, los riesgos asociados a los canales digitales tienen un gran impacto en las principales preocupaciones de las compañías.
En opinión de Justo Alcocer, socio responsable del sector financiero de PwC en España, “para el éxito de la banca digital, los bancos deben tener muy en cuenta cómo el mundo digital está transformando la relación entre clientes y entidades y qué esperan los clientes de ellos. Necesitan adaptar sus plataformas operativas y de servicio a los nuevos canales emergentes, así como ajustar la estructura de costes de sus canales más tradicionales. Además deben definir estrategias flexibles y adaptables para responder fácil y rápidamente a cambios en comportamiento y en tecnología mucho más rápidos que hasta ahora”.