Hewlett-Packard planea recortar hasta 16.000 puestos de trabajo más. Intensificaría con ello el programa que ha puesto en marcha la compañía para reinventarse y aliviar la presión sobre los márgenes de rentabilidad.
HP, donde trabajan más de 250.000 empleados en todo el mundo, pensaba despedir en un principio a 34.000 como parte de su reforma corporativa. Sin embargo, ahora ha reconocido que necesita eliminar entre 11.000 y 16.000 puestos más, diseminados en varios países y áreas de negocios.
La compañía ha presentado una caída del 1 por ciento en sus ventas en su segundo trimestre fiscal, un descenso mayor al esperado, hasta los 27.300 millones de dólares. Se trata del undécimo descenso trimestral consecutivo de ventas de HP. El resultado neto, en cambio, ha mejorado un 18,2 por ciento hasta algo más de 1.270 millones.
La compañía de Silicon Valley intenta reducir su dependencia de los ordenadores personales y avanzar hacia equipamiento informático y equipos de redes para empresas. Es el plan de la consejera delegada, Meg Whitman, para detener el declive de los ingresos y generar crecimiento en el que todavía es el principal fabricante de ordenadores del mundo.
Desde Hewlett Packard apuntan a China como un mercado desafiante. De cara al futuro, la compañía pronostica ganancias anuales de entre 3,63 a 3,75 dólares por acción.