Iberdrola registró un beneficio neto de 2.681 millones de euros entre enero y septiembre de 2020, lo que supone una mejora del 4,7% con respecto a los 2.517 millones obtenidos en idéntico periodo de 2019.
Según informa la eléctrica a la comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta mejora se produce pese a registrar un impacto negativo de 203 millones de euros por el efecto sobre la demanda y las provisiones por insolvencias causadas por el Covid-19.
De hecho, en términos ajustados, el beneficio aumenta un 8,8%, mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) ajustado creció un 3,2%, hasta los 7.561,5 millones. Eliminados extraordinarios del período en 2019 y 2020, el Ebitda alcanzaría los 7.345,2 millones, un 2% menos.
La mejora se explica por el incremento de capacidad instalada renovable y unas mayores inversiones, que se elevaron un 23%, hasta los 6.638 millones de euros.
Las inversiones en renovables crecieron un 52% a septiembre y representaron el 54% del total. El grupo sumó 4.600 nuevos megavatios (MW) de potencia en los últimos doce meses -casi 1.300 MW en el tercer trimestre.
Por negocios, el Ebitda en renovables aumenta un 5,6%, hasta los 1.771,5 millones de euros, impulsado principalmente por el Reino Unido y Estados Unidos y tras aumentar la potencia media operativa un 7,4%, hasta los 29.175 MW, y la capacidad instalada total hasta los 33.701 MW.
El área de generación y clientes presenta un crecimiento del 10,3% y logra un EBITDA de 2.004,3 millones de euros. Redes, por su parte, impactada por el efecto Covid y situaciones climatológicas adversas en Estados Unidos, reduce su EBITDA un 10,7%, hasta los 3.519,7 millones de euros.
La generación de caja ascendió a 5.960 millones de euros, mejorando las ratios de solvencia. La liquidez del grupo superó los 13.800 millones de euros, cubriendo 30 meses de necesidades financieras.
Iberdrola, que pretende invertir 10.000 millones este año, sigue estimando un crecimiento del beneficio neto de entre el 5 y el 10% en 2020, impulsado por la eficiencia operativa y el esfuerzo inversor.
Por todo ello, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, destaca que “a pesar de las dificultades del entorno que nos toca vivir, la aceleración de nuestras inversiones nos impulsa a seguir siendo un motor clave de la reactivación económica y la creación de empleo, a la vez que mejoramos nuestros resultados financieros”.
Iberdrola mantiene su política de retribución al accionista, con la puesta en marcha de una nueva edición del programa ‘Iberdrola Retribución Flexible’, con el que distribuirá un dividendo a cuenta de 2020 de al menos 0,168 euros brutos por acción. El importe final será abonado en febrero de 2021.
Expansión internacional
La compañía ha realizado varias operaciones corporativas en lo que va de año. Así, junto a la compra de PNM Resources en los estados de Nuevo México y Texas anunciada hoy, el grupo ha materializado otras siete transacciones.
Es el caso de la incorporación de Infigen, en Australia; la adquisición de la promotora local Acacia Renewables, en Japón, con una cartera de 3,3 GW offshore; y el acuerdo con Svea Vind Offshore AB (SVO) para el potencial desarrollo de hasta 9 GW eólicos marinos en Suecia.
Asimismo, reforzó su presencia en países objetivos, como Francia, con la compra de la francesa Aalto Power -118 MW eólicos operativos y una cartera de 636 MW en distintas fases de desarrollo-, y la adquisición del 100% del parque eólico marino Saint Brieuc; en Escocia, tras la integración de dos proyectos eólicos terrestres de 165 MW de capacidad; y Brasil, con la adquisición de una cartera de proyectos eólicos de 400 MW de capacidad.