Iberdrola abonará mañana, miércoles, un dividendo de 0,186 euros brutos por acción, que se suma a los 0,140 euros ya pagados en enero, en el marco de la primera edición de su dividendo flexible.
En total, la retribución a los accionistas de Iberdrola asciende a 0,326 euros brutos por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2017, lo que supone un 5,1% más que la cifra pagada en 2016 (0,31 euros).
De acuerdo a las Perspectivas Estratégicas 2018-2022 del grupo, presentadas el pasado mes de febrero, Iberdrola prevé alcanzar al final del periodo un beneficio neto de entre 3.500 y 3.700 millones de euros y mantener su política de remuneración al accionista, “creciente” en línea con los resultados. El beneficio neto esperado implicaría alcanzar un dividendo de hasta 0,4 euros brutos por acción al final del plan.
En esta primera edición del sistema ‘Iberdrola Retribución Flexible’, la compañía ofrece a sus accionistas tres opciones para recibir su remuneración: cobrar el importe correspondiente a su dividendo complementario (0,186 euros brutos por acción) directamente en efectivo, vender sus derechos de asignación en el mercado o bien obtener nuevas acciones liberadas del grupo de forma gratuita. Los accionistas que elijan la última opción deberán disponer de 35 derechos de asignación gratuita para obtener una nueva acción. Las tres opciones no son excluyentes, por lo que el accionista podría elegir una de las alternativas o combinarlas de acuerdo con sus preferencias.
El sistema ‘Iberdrola Retribución Flexible’ asigna por defecto la opción de recibir nuevas acciones, por lo que aquellos accionistas que prefieran recibir su retribución en efectivo deberán haberlo comunicado a su entidad bancaria entre los días 9 y 23 de julio (hasta el 19 de julio en caso de que se opte por recibir el dividendo complementario).
Para llevar a cabo esta nueva edición del sistema de retribución, se realizará un aumento de capital de, como máximo, 1.194 millones de euros de valor de mercado.