Identifican dos nuevos genes implicados en el cáncer de próstata más agresivo

Investigadores de la Universidad de Columbia y del Instituto Catalán de Oncología- Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Ico-Idibell) han identificado dos nuevos genes que coindicen con las formas más agresivas de cáncer de próstata, un tumor que contabiliza en España 25.000 nuevos casos cada año.

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres (20% de los tumores masculinos) y la incidencia es de unos 60 nuevos casos por 100.000 habitantes y año.

Este tipo de tumor está asociado con edades avanzadas, de hecho la mayoría de los casos se diagnostican entre los 70 y los 80 años y actualmente, debido al envejecimiento de la población española, este cáncer es uno de los que más ha aumentado en las últimas décadas.

Según los profesionales, el tumor de próstata tiene un comportamiento ‘poco agresivo’ en la mayoría de los pacientes, es decir, no compromete a la salud ni a la calidad de vida de los afectados, pero, a pesar de esto, es necesario el desarrollo de herramientas que permitan predecir qué tumores de próstata son clínicamente relevantes y potencialmente letales, algo que, según indicaron, abriría la puerta a personalizar los tratamientos y evitar los efectos secundarios que comportan a pacientes que no lo necesitan, reduciendo además, el coste sanitario.

El estudio, publicado este lunes por ‘Cancer Cell’, desvela que existen dos genes, el FOXM1 y el CENPF, que si se activan de manera anómala a la vez, conducen a formas más agresivas y potencialmente letales del cáncer de próstata.

Una de las novedades del trabajo es que los investigadores han utilizado algoritmos informáticos para generar redes en las interacciones entre las moléculas que se generan específicamente en este tipo de tumor masculino.

Actualmente se han puesto en marcha estudios preclínicos para determinar qué tratamientos o combinaciones de fármacos son más eficaces para combatir esta activación anómala de los genes FOXM1 y CENPF.

Asimismo, en un futuro cercano, identificar la presencia o no de estos biomarcadores en un paciente concreto permitirá ofrecer un tratamiento individualizado, más eficaz y con menos efectos secundarios, según dijeron los investigadores.

Fuente: Servimedia