Ni Roger Federer ni una incomoda y dolorosa ampolla pueden frenar la casta y el tenis de Rafa Nadal. El tenista balear se cuela en la final del Open de Australia, tras derrotar al suizo en un cómodo marcador (7-6, 6-3 y 6-3), pero en un complicado partido.
A pesar de que Roger Federer ya no muestra su mejor nivel, el tenista suizo guarda la esencia de los grandes de la raqueta y en los últimos meses supo reinventar su forma de juego, ahora basada en ataques y subidas continuas a la red. Pero eso no es suficiente para vencer al número uno del ránking ATP. Rafa, muy concentrado en todo momento, veía en cada subida Federer una oportunidad para cerrar el punto con un “passing shot” al que no podía reaccionar el suizo. En un intercambio de golpes magistrales se decidía el primer set, que en la muerte súbita caía de lado español.
A partir de ese momento, Nadal aceleró su el partido y Federer no supo reaccionar a tiempo. De esta forma, el Open de Australia ya conoce a sus dos finalistas: Rafael Nadal y Stanislas Wawrinka. Si vence el manacorí, se convertiría en el primer tenista, en la era moderna, que inscribe su nombre en los cuatro grandes en al menos dos ocasiones.