Indra obtuvo un resultado neto de 11 millones de euros en el primer trimestre de 2018, lo que supone una caída del 48,8% con respecto a los 21 millones obtenidos en idéntico periodo de 2017.
Según informó este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 48 millones, un 0,6% superior al de hace un año.
Indra señala que excluyendo los costes de restructuración de Tecnocom, el crecimiento del Ebitda habría sido del 15%.
Además, explica que los resultados del trimestre están afectados por la estacionalidad derivada de la Semana Santa, así como por el impacto de la aplicación de la nueva normativa contable NIIF 15, impacto que cifra en 16 millones.
También impactó negativamente la evolución de tipos de cambio, en concreto en 23 millones en las ventas del período. Dada la situación actual y las previsiones sobre las principales divisas en las que opera el Grupo es posible que este impacto aumente a lo largo del resto del ejercicio.
Los ingresos en el trimestre alcanzaron los 714 millones, experimentando un descenso del 11,8%.
Sin embargo, la cartera de pedidos ascendió hasta los 3.885 millones, un 14,9%.
La deuda neta al cierre del trimestre era de 602 millones, un 13,1% superior a la del final de 2017, cuando se situaba en 532 millones.