Indra ha cerrado la jornada bursátil de este miércoles con una subida del 1,59%, con sus títulos en 17,87 euros, por lo que su cotización se sitúa en máximos desde finales de mayo de 2008, la última vez que sus acciones alcanzaron ese nivel.
Este incremento en su cotización se ha producido el mismo día que la compañía ha presentado su nuevo plan estrátegico, que incluye, entre otras cuestiones, unas previsiones de ingresos de 10.000 millones de euros para 2030, lo que supone más que duplicar la facturación de 4.343 millones de euros lograda en 2023.
En ese sentido, los títulos de la compañía acumulan una revalorización del 11,47% tras la presentación de sus últimos resultados anuales, dado que al cierre de la jornada previa a la presentación de los mismos la cotización de Indra se situaba en 16,03 euros.
NUEVO PLAN ESTRATÉGICO
En concreto, Indra prevé facturar 6.000 millones de euros en 2026 y alcanzar un volumen de negocio de 10.000 millones de euros en 2030 con su nuevo plan estratégico, denominado ‘Leading the future’.
En este contexto, la compañía ha anunciado una nueva estructura de sus áreas de actividad, compuesta actualmente por los departamentos de Defensa, Gestión del Tráfico Aéreo (ATM), Movilidad y Minsait (la filial tecnológica de la compañía).
Indra cambiará esta estructura y pasará a contar con las áreas de Defensa, Gestión del Tráfico Aéreo, Espacio, Minsait (en la que se incluirá Movilidad) y «nuevos negocios industriales».
Además, la compañía ha señalado que prevé incluir a nuevos socios en Minsait para elevar su autonomía y también que creará una nueva filial dedicada al sector aeroespacial.
Sobre la filial tecnológica, el presidente de Indra, Marc Murtra, ha destacado que hay «flexibilidad» en cuanto al tipo de socio (o socios) que están buscando para Minsait y que la compañía está abierta a dar entrada tanto a «private equity» como a inversores de naturaleza «industrial».
No obstante, ha recalcado que el objetivo es que el nuevo socio ayude a acelerar la actividad de la filial y facilite el incremento de la inversión.
«La flexibilidad existe, pero la prioridad es alguien que ayude a que Minsait tenga todavía más ambición y tenga más ‘firepower’ del que nosotros podemos dotarle, que es significativo», ha añadido.
Sin embargo, Murtra no ha aclarado las desinversiones en activos no estratégicos de Minsait de los cuales Indra prevé desprenderse debido a que, según ha indicado, hay clientes con proyectos en proceso.
En cuanto a la nueva filial aeroespacial, se espera que su creación se concrete entre 2024 y 2026 y que ya en 2030 logre una facturación de alrededor de 1.000 millones de euros.
Sobre ella, el consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, ha destacado que el objetivo es crear una empresa española capaz de «dominar la cadena de valor» del espacio, es decir, que pueda construir satélites, antenas o radares, por ejemplo.
En su opinión, dominar la cadena de valor completa supone la apertura de oportunidades a nuevos y mejores contratos en el ámbito europeo.
En cuanto a la composición de esta nueva empresa, De los Mozos ha subrayado que están abiertos a la entrada de firmas tanto nacionales como internacionales, pero que el objetivo último es que la mayoría del capital sea español.
PREVISIONES
En cuanto a los ingresos de 6.000 millones de euros previstos para 2026, unos 5.300 millones se atribuyen a la actividad orgánica de la empresa y, en concreto, 1.100 millones de euros procederán del área de Defensa, 500 millones de euros del departamento de Gestión del Tráfico Aéreo, 60 millones de euros a la división aeroespacial y 3.640 millones de euros a Minsait (incluida el actual departamento de movilidad).
En tanto, los otros 700 millones de euros se prevé que procedan de la actividad inorgánica, es decir, de las futuras adquisiciones.
Más allá de la previsión de facturación a corto y medio plazo, la compañía aspira a lograr un margen operativo del 12% en 2026 y del 14% en 2030, así como un margen de beneficio neto de explotación (Ebit) del 10% en 2026 y del 12% en 2030. En 2023 el margen operativo de Indra fue del 10,3% y el margen Ebit del 8%.
De este modo, Indra estima que su beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situará en 750 millones de euros en 2026 y que para ese mismo año el Ebit se elevará hasta los 600 millones de euros.
De los 750 millones de Ebitda previstos para 2026, 650 millones de euros corresponderán a la actividad orgánica de la compañía y los otros 100 se atribuyen a las futuras adquisiciones.
En ese sentido el Ebitda de Indra en 2023 fue de 446 millones de euros (+11,5% interanual) y el Ebit de 347 millones de euros (+15,6%).
Asimismo, Indra prevé que el flujo de caja libre se situará en unos 900 millones de euros entre 2024 y 2026 y que en el periodo entre 2027 y 2030 se elevará a entre 2.000 y 2.500 millones de euros.
INVERSIÓN DE 3.000 MILLONES EN I+D
Por otro lado, el nuevo plan estratégico de la compañía incluye un plan de inversión en investigación y desarrollo (I+D) de 3.000 millones de euros, según han explicado tanto José Vicente de los Mozos como el presidente de Indra, Marc Murtra, durante la presentación de la nueva hoja de ruta de la empresa.
En esa línea, las inversiones en I+D se centrarán en tecnologías digitales –como inteligencia artificial (IA), ‘cloud’ o IoT (internet de las cosas)– y en «tecnologías de vanguardia», como fotónica, microelectrónica o cuántica.
De los 3.000 millones de euros que invertirá en I+D, en torno a 1.100 millones de euros serán «autofinanciados», ha resaltado el consejero delegado de Indra durante la presentación del plan.
FUSIONES Y ADQUISICIONES
En cuanto a la política de fusiones y adquisiciones (M&A), la compañía prevé destinar un 75% del presupuesto para este tipo de operaciones a transacciones ligadas a los sectores de defensa y aeroespacial.
Asimismo, sus operaciones se centrarán en España, Europa occidental y Norteamérica y todas estarán alineadas con la nueva estrategia del grupo y su ambición de convertirse en el ‘campeón nacional’ de la defensa y la tecnología.
En este contexto, la compañía ha abierto la puerta a entrar en el operador de satélites de comunicación Hispasat, propiedad actualmente de Redeia.