Hace 20 años, los usuarios no podrían ni haber imaginado que un teléfono inteligente se convertiría en su aliado diario. Tampoco que sus reclamaciones hacia las empresas se podrían atender y viralizar a través de unas tales “redes sociales”. Y mucho menos aún, que sus dudas quedarían resueltas en menos de un segundo a través de grandes buscadores.
No cabe duda de que una gran disrupción tecnológica ha cambiado el mundo y esto ha provocado que cambien también las necesidades de los clientes, y, por ende, las de las compañías; las cuales han comprendido con el paso de los años que la digitalización es imprescindible para seguir estando presentes en el mercado y mejorar la experiencia de cliente.
En este sentido, según un análisis reciente de la Consultora KPMG, la apuesta de las empresas españolas por la digitalización sigue siendo hoy una prioridad, por delante de otros intereses como la expansión internacional o el refuerzo de equipos internos. De hecho, según la consultora Gartner, casi 8 de cada 10 dirigentes, prevén acelerar la inversión en transformación digital en los próximos dos años para impulsar su modelo de negocio.
En concreto, dentro de las necesidades digitales actuales que más preocupan a las compañías, se encuentra la incapacidad de estas por gestionar de forma efectiva y agrupar bajo una visión única de cliente, la multitud de datos e información que, desde hace unos años, han comenzado a recopilar desde más canales y entornos: formularios, web, eventos, redes sociales, e-commerce…
Según David García, CEO de Omega CRM, una de las empresas referentes ofreciendo soluciones tecnológicas globales, hoy más que nunca, las compañías españolas más innovadoras se han dado cuenta del valor competitivo que supone para ellas, poder contener y aglutinar, toda esa información, bajo una visión y gestión de cliente única que les permita enriquecer cada punto de contacto dentro del customer journey, a través de experiencias de marca únicas, relevantes, de alto impacto y duraderas.
Para avanzar en este objetivo, estas empresas han emprendido junto a compañías como Omega CRM, un proceso de evolución en sus plataformas de gestión de relación con clientes (CRM) actuales, hacia otras tecnologías más innovadoras como los nuevos Customer Data Platforms (CDP).
En concreto, gracias a consultoras como Omega CRM, las empresas que se atreven a emprender el cambio son asesoradas y guiadas de forma integral y con visión de futuro, con el objetivo principal de que estas lleguen a desarrollar y consoliden un ecosistema digital que les permita ampliar la visión de sus clientes y mejorar así sus experiencias con ellos.
En 2023, según la previsión de esta misma compañía, quien acaba de cumplir 20 años en el sector, esta tendencia de las empresas por seguir invirtiendo y potenciando la relación con sus clientes, como motor para acelerar sus resultados de negocio, continuará en alza.