Intel ha sido condenada a pagar una multa récord de 1.060 millones. Un sanción que ha impuesto el Tribunal General de la UE al grupo informático estadounidense por abusar de su posición dominante.
De nada ha servido el recurso puesto por la estadounidense para evitar pagar los 1.060 millones impuestos por Bruselas en 2009 al tratar de expulsar a sus rivales, especialmente a AMD, del mercado de microprocesadores. Se trata de una cifra récord al constar que la firma informática había recurrido a prácticas ilegales, como fuertes descuentos e incluso pagos a fabricantes de ordenadores como Acer, Dell, HP, Lenovo o NEC, para que no utilizaran microprocesadores de AMD. Unas medidas que el Tribual considera que ven en contra del mercado al restringir la competencia en el sector.
La sentencia va más allá. Asegura que Intel intentó ocultar que sus prácticas eran contrarias a la legislación y que esta empresa llevó a cabo una estrategia de conjunto a largo plazo que pretendía cerrar a AMD el acceso a los canales de venta más importantes desde el punto de vista estratégico.
Pese a la alta cifra de la sanción, Bruselas considera que no es desproporcionada al equivaler al 4,15% del volumen de negocios anual de Intel, cifra que se sitúa muy por debajo del límite establecido del 10%.