Como si se tratara de una ecuación matemática, se acercan las vacaciones y el bolsillo de los consumidores empieza a temblar. Y es que a los gastos de alojamiento y comidas fuera de casa, hay que sumar la gasolina, que parece estar cada vez más cara. Así el precio de cada litro de gasolina se ha situado en 1,448 euros de media. Una cifra que supone no sólo el máximo de este año, sino también el mayor nivel desde septiembre de 2013. Además, es un precio un 1,4% superior al de la última semana.
Aquellos conductores que hayan optado por el diésel tampoco van a tener mucha más suerte. El litro del gasóleo, consumido por cerca del 80% del parque automovilístico, ha experimentado en la última semana una subida del 1,5%, con lo que se sitúa de media en el euro con 34 céntimos. Un nivel desconocido desde finales de febrero que llevará a más de uno a plantearse la necesidad de coger el coche.
Entre las razones para a subida de los combustibles, los expertos apuntan a la tensión en Irak, que ha tenido su repercusión en la cotización del crudo en las últimas semanas.