El Gobierno de Israel ha incluido este jueves a España entre los países considerados en rojo en su semáforo epidemiológico, lo que implica para los viajeros que lleguen a territorio israelí la obligatoriedad de guardar al menos siete días de cuarentena.
Las autoridades israelíes mantienen una prohibición general para la entrada de extranjeros con el objetivo de contener la variante ómicron del coronavirus, pero entretanto siguen evaluando los riesgos relativos a países concretos, ampliando una lista que ya suma más de medio centenar de territorios en rojo.
Desde el próximo lunes, las restricciones afectarán también a España, Noruega, Finlandia, Francia, Suecia y Emiratos Árabes Unidos, mientras que el Ministerio de Sanidad mantiene bajo estudio a Estados Unidos y Canadá, según el periódico ‘The Times of Israel’.
Las personas que lleguen de los países catalogados como de mayor riesgo deben permanecer aislados al menos siete días en un domicilio, siempre y cuando hayan completado la pauta de vacunación contra la COVID-19 o demuestren que han pasado la enfermedad en los últimos seis meses. Al término de esa semana, deberán realizarse una prueba para constatar que no están contagiados.
Las personas que no estén vacunadas, por su parte, deberán permanecer en un hotel determinado al menos un día y, en caso de que den positivo en una primera prueba, se quedarán en este mismo establecimiento hasta que se hayan recuperado por completo.
El Ministerio de Sanidad también ha acordado prorrogar hasta el 29 de diciembre la prohibición de entradas para extranjeros, con contadas excepciones como familiares de primer grado en caso de bodas inminentes, embarazadas en avanzado estado de gestación o niños que celebren su décimo segundo cumpleaños –en el caso de las mujeres– o el décimo tercero –en el caso de varones–.