Las autoridades de Israel han anunciado este miércoles la reapertura del paso de Kerem Shalom, en la frontera con la Franja de Gaza, tras su cierre a raíz de un ataque con proyectiles ejecutado el domingo por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) que dejó cuatro militares muertos.
El Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT), la autoridad militar israelí encargada de coordinar sus actividades en los Territorios Palestinos Ocupados, ha indicado que el paso ha sido abierto a primera hora del día «para la entrada de camiones con ayuda humanitaria a la Franja de Gaza».
«Tras el cierre del paso de Kerem Shalom a causa del disparo de cohetes por parte de Hamás, el paso está ahora abierto para la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza», ha subrayado el organismo a través de su cuenta en la red social X.
Así, ha manifestado que «los camiones con ayuda están ya llegando al cruce» y ha agregado que «tras una intensa inspección de seguridad, serán trasladados al lado gazatí», antes de incidir en que el paso de Erez «sigue operando para facilitar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza tras los controles de seguridad en Israel, tal y como hizo mientras Kerem Shalom estuvo cerrado por los ataques de Hamás».
La reapertura del paso tiene lugar un día después de que el Ejército lanzara una incursión en la ciudad de Rafá, situada en el sur de la Franja y en la frontera con Egipto, que permitió a los militares tomar el control del lado palestino del paso fronterizo, suspendiendo las operaciones en la zona, incluida la entrada de ayuda humanitaria al enclave.
Diversas agencias de Naciones Unidas describieron la toma del paso como «un golpe devastador» para las operaciones humanitaria. El portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, dijo que sólo hay «combustible para un día» para las operaciones en todo el enclave y sostuvo que «si no entra combustible durante un periodo prolongado de tiempo es una forma muy efectiva de enterrar las operaciones humanitarias».
La operación en el paso de Rafá fue lanzada horas después de que el gabinete de guerra creado en Israel tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamás acordara «por unanimidad» seguir adelante con la potencial ofensiva sobre Rafá después de que el grupo islamista palestino afirmara que había aceptado una propuesta de alto el fuego presentada por Qatar y Egipto, argumentando que el texto respaldado por Hamás «está lejos» de las exigencias israelíes.