La Comisión Permanente Regional de Izquierda Socialista de Madrid considera que el anuncio de la posible fusión entre Caixabank y Bankia “significa una nueva oportunidad perdida para el Estado”.
A juicio de esta corriente del PSOE, el Gobierno central “está aún a tiempo de configurar un polo de banca pública estableciendo un entramado colaborativo entre Bankia, el ICO e incluso le red de la antigua Caja Postal, hoy en Correos”.
“En términos económicos no sabremos cuánto dinero nos va a costar definitivamente la macro operación de fusión de estas dos grandes entidades. Habrá que ver el valor de las acciones de Bankia en el momento en que el FROB proceda a venderlas, pero es preciso recordar las grandes cifras del pasado más inmediato”, añade IS, que cree que con esta fusión se consolida un oligopolio financiero de cuatro entidades: (Caixabank+Bankia), Banco Santander, BBVA y Banco Sabadell que ostenta el 75% del volumen de activos”.
En una nota de prensa de IS se destaca que “el Estado español necesita dotarse de un polo de banca pública, pero la cobertura de esta necesidad no está siendo abordada, tampoco, por el actual Gobierno”.
“Esta necesidad se ha hecho visible recientemente a través de la dependencia del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de las entidades financieras privadas, para la distribución de las líneas de crédito a autónomos, pymes y empresas”, se señala en la citada nota informativa.
Para IS, “no solo el Gobierno necesita un instrumento para la distribución del crédito oficial, también la sociedad necesita tener acceso a los servicios bancarios básicos, algo que se le niega a los vecinos y vecinas del 50% de los municipios del Estado español, tras haber desaparecido las oficinas bancarias de miles de localidades”.
Esta corriente socialista afirma que “los gobiernos de la primera década del presente siglo tuvieron la oportunidad de conformar una potente herramienta financiera de carácter público, si en lugar de entregar más de 60.000 millones de euros del dinero de todos a las entidades privadas hubiese saneado las cajas de ahorro y algunos bancos, como, por ejemplo, el Banco de Valencia, o si se hubiese quedado por un euro el Banco Popular”.
IS también critica el proceso de concentración financiera en España en los últimos diez años, porque “tiene otras consecuencias que tampoco podemos valorar como positivas”, ya que “se han destruido más de 100.000 empleos en el sector financiero”.