Izquierda Unida presentó este miércoles su programa marco para las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo con el objetivo de avanzar hacia «la unidad de la izquierda» y sumas así fuerzas para revertir los recortes y las privatizaciones impulsadas por las políticas «neoliberales» del PP en toda España.
Lo presentaron en rueda de prensa el coordinador federal de la coalición, Cayo Lara, y la secretaria ejecutiva de Elaboración Política y Programas, Marga Ferré, después de meses de trabajo con militantes, simpatizantes, organizaciones sociales, sindicatos, con quienes serán «los receptores» de esas propuestas, remarcó Lara.
Lara subrayó la experiencia probada de los cargos públicos de la coalición para demostrar, por ejemplo, que se pueden gobernar ayuntamientos «libres de corrupción», porque es más cuestión de voluntad política, de ética y de honestidad que de legislación.
Sin embargo, en el programa proponen medidas en ese ámbito, como mayor control en las recalificaciones de suelo, donde «ha anidado» buena parte de esa corrupción, y la premisa básica de que el incremento de las plusvalías repercuta en el interés general de los ciudadanos.
Sobre la convicción de que las privatizaciones de servicios públicos llevan en muchos casos a la corrupción, proponen también mecanismos de participación y control de los ciudadanos, y litigar incluso para salvar a las administraciones de contratos que «hipotecan» a los pueblos y ciudades durante décadas.
Cayo Lara subrayó también la necesidad de que los ayuntamientos sigan siendo «escuelas de democracia» con mayores grados de participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones, y garantes de servicios públicos esenciales y derechos fundamentales, como el acceso a una vivienda y a un empleo, o a no pasar frío ni carecer de suministro de agua incluso en caso de impago.
Seriedad, pragmatismo y rigor es lo que caracteriza al programa de IU, aseguró Lara, aunque sin renunciar a la «utopia» y sabiendo que lo escrito hay que cumplirlo y, en caso contrario, convencer a los ciudadanos de los motivos que lo han impedido, o «marcharse».
El programa marco, sintetizado en 54 páginas, es la base sobre la que las distintas federaciones de la coalición concretarán sus propuestas en cada pueblo, ciudad y comunidad autónoma con elecciones en mayo.
Marga Ferré defendió la consistencia del programa de IU y su voluntad de aplicarlo, no de modificarlo porque lo exija «una agencia de renting, un país extranjero o una carta del señor Trichet», como ha pasado a los gobiernos del PP y del PSOE. Por ese motivo, precisó, el programa no puede estar basado «en el marketing» ni construirse con «titulares de periódico».
Los objetivos concretos de la coalición allá donde tengan capacidad de gobierno después de esas elecciones son: generar y repartir riqueza, creando empleo desde la inversión pública; recuperar el poder de los ayuntamientos para reforzar desde ellos la calidad de la democracia; garantizar servicios públicos universales, gratuitos y de calidad, y apostar por un desarrollo sostenible del modelo productivo.
El programa tiene cinco ejes, el primero de los cuales es el democrático, con medidas de regeneración, contra la corrupción, de retándose encías, para pasar de una democracia meramente representativa a una realmente participativa.
El segundo es el económico, y ahí proponen, por ejemplo, auditorías de las deudas para saber en qué se ha gastado el dinero público, si se ha despilfarrado y quién se ha beneficiado con ello. Marga Ferré denunció, en este punto, que el 65% de la deuda del Ayuntamiento de Madrid es con seis empresas, y los ciudadanos tienen derecho a saber más.
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