El ‘número dos’ del PSOE a las elecciones europeas y exmnistro, Ramón Jáuregui ha reconocido que si bien es difícil llegar a acuerdos en nuestro país, “si no se empieza el camino, nunca se hará”. Eso sí, señala dos obstáculos que existen en este proceso: uno de ellos es la pasividad del gobierno: “es un peligro muy grave que el gobierno piense que porque mejore la economía, el resto de problemas se van a resolver”. Jáuregui, que acaba de publicar ‘El país que seremos. Un nuevo pacto para la España posible’, también ha señalado como peligro los que creen que se puede renovar y cambiar todo, y que todo está mal hecho. Y es que, dice el socialista, que “querer reinventar la democracia española también es un peligro”.
Pese a estas críticas, el exministro ha reconocido la necesidad de renovar la cultura del pacto y el consenso de hace 35 años, algo que, dice, “vendrá como consecuencia de que la gente vaya reclamando acuerdos”. Así, aunque no pude una Constitución totalmente nueva, sí que ha mostrado su apuesta por cambiar el título 8 de la Carta Magna en la que se organiza territorialmente el estado español: “hay que hacer un modelo más federal y renovar el pacto por las nacionalidades”. También cree necesario reformar el sistema de reforma de la propia constitución, para hacerla más dinámica y natural, así como incluir derechos tecnológicos que antes no existían.
Precisamente sobre la cuestión territorial, Jáuregui insiste en que el modelo autonómico adquiera formas de una cultura federal. De lo contrario, advierte, la tensión independentista en Cataluña nos puede llevar a una fractura. “Si el conjunto del sistema político español no ofrece una solución distinta a la actual, España puede perder esta batalla”, ha resumido ante la urgencia de alcanzar un pacto con generosidad y altura de miras.
Mayor participación de los ciudadanos
Pero los cambios no acaban aquí. Ante la desafección política, Jáuregui defiende un cambio en la ley electoral para que la gente pueda participar más, y apunta directamente a las listas abiertas. Unos aires de renovación que, cree, deberían legar también al seno del Partido Socialista: “admito que estamos ante una crisis de liderazgo importante que esperamos resolver en los próximos meses. Pero seguimos siendo una pieza clave para convertirnos en un partido de centro izquierda”.
Finalmente sobre los cambios en la monarquía, el que fuera ministro cree que va a significar un cambio nuevo. Eso sí, lanza una advertecia: “no debemos cargarle con responsabilidades que sólo le corresponden a la política. El rey es un símbolo de la unidad del estado”.