JL. Bonet “El peor enemigo de las decisiones empresariales es la incertidumbre y en este momento todo son incógnitas”

De discurso calmado, palabras claras y apariencia tranquila, José Luis Bonet es el vivo ejemplo de que se puede emprender a cualquier edad. Aterrizó en la Cámara de España con un objetivo claro: renovarse o morir. Premisa que ha llevado a que las entidades camerales se hayan convertido en nuevo referente para grandes, medianos y pequeños empresarios. Catalán y  español es de los que no se cree la secesión de Cataluña, pero sí que las empresas españolas sean cada vez más competitivas. José Luis Bonet, brinda con Diario Financiero.

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo, hasta el mes de octubre, recogen un crecimiento del 2,60 por ciento interanual en las pequeñas y medianas empresas, rozando el 1,27 millones, ¿cuáles han sido las claves?

El crecimiento de las pymes va en paralelo con la recuperación de la actividad económica. Según la información relativa al tercer trimestre del año, esa mejora de la economía se está apoyando fundamentalmente en la demanda interna, con un importante tirón del consumo privado, circunstancia que indudablemente anima a la creación de nuevas empresas para satisfacer esa demanda creciente. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en nuestro país para favorecer la creación de empresas y mejorar su tasa de supervivencia. Es preciso continuar con los esfuerzos por simplificar los procedimientos para la constitución y la supervivencia/consolidación de las empresas, impulsar la teletramitación y la coordinación interadministrativa, y garantizar la unidad del mercado nacional. Asimismo, otras medidas en este sentido deberían orientarse hacia el fomento de la vocación emprendedora y de la figura del empresario entre la sociedad, con campañas de sensibilización ciudadana e información pública sobre el papel clave de la empresa en la sociedad y la economía del país como eje vertebrador y garante del bienestar.

Estamos en época electoral y todos son bondades por parte de los grupos políticos, pero dadas las incertidumbres a las que nos enfrentamos, la ligera ralentización del crecimiento de la economía española y los compromisos de estabilidad presupuestaria adquiridos por Bruselas, ¿cree que son posibles?

La prioridad de cualquier partido político que aspire a gobernar debería ser la creación de empleo.  Por ese motivo, desde la Cámara de España hemos propuesto a las principales fuerzas políticas la  búsqueda de cuatro pactos de estado en otras tantas materias que consideramos vitales para garantizar un crecimiento sostenible de nuestra economía que permita la reducción del paro. Proponemos trabajar para consensuar medidas en torno a la competitividad e internacionalización de la pyme, la formación y el empleo, la unidad de mercado, y la energía.

¿Servirán las deducciones del Impuesto de Sociedades a las que se ha comprometido el actual Presidente del Gobierno para impulsar las pequeñas y medianas empresas? La diferencia entre los tipos efectivos y los tipos nominales es una de las cuestiones más criticadas del actual sistema fiscal, concretamente por las limitaciones con las que se encuentran las pymes para deducirse, ¿qué alternativas plantearían los empresarios al Gobierno?

En el ámbito fiscal, proponemos la unificación de los Impuestos y tasas sobre el transporte y sus infraestructuras, así como determinados tributos estatales sobre el agua. Asimismo, se debería abordar una revisión de los coeficientes fiscales de amortización con la finalidad de conseguir su simplificación y su mejor ajuste a la vida útil de los activos. Con ello, se lograría avanzar hacia un régimen fiscal seguro e incentivador de la inversión y la estabilidad en el empleo.

Entre los objetivos para los próximos años está el de conseguir que nuestras pymes aumenten de tamaño. Además de las ya anunciadas, ¿qué otras medidas cree que se deben abordar por el nuevo Gobierno para impulsar el sector de la pequeña y mediana empresa?

Desde la Cámara de España creemos necesario crear un clima favorable a los procesos de integración empresarial, dentro del ámbito de las pequeñas y medianas empresas. Se trataría de conseguir que las empresas pequeñas y medianas se comporten como si fueran grandes. Esto es, promover y facilitar que establezcan acuerdos y alianzas entre sí que les permitan actuar como si fueran una sola en las fases críticas en determinados procesos de crecimiento empresarial, tales como la internacionalización, la innovación, la protección de los derechos de propiedad industrial o la formación. Asimismo, sería necesario suprimir los umbrales al crecimiento empresarial, de carácter fiscal, medioambiental, laboral, societario, etc., que existen en la actualidad. En todo caso, lo verdaderamente determinante es el convencimiento del pequeño y mediano empresario de la necesidad de ser más competitivo y salir al exterior y la existencia de instituciones, como las cámaras, dispuestas a apoyarle y acompañarle en ese empeño.

En línea con la pregunta anterior, ¿cómo impulsará la Cámara el crecimiento y la contratación en las pymes? El crecimiento de las empresas se acompaña de la creación de nuevos puestos de trabajo, ¿qué encomendaría al nuevo Gobierno para impulsar el empleo?

Por un lado, sería conveniente simplificar las modalidades de contratación laboral, así como el sistema de incentivos a la contratación con objeto de facilitar al empresario la creación de empleo y el desarrollo de su actividad. Pero, además, es necesario Impulsar una reforma efectiva de la Formación Profesional. A pesar de los avances registrados en los últimos años, se sigue detectando su escaso prestigio social, contribuyendo a que exista en nuestro país un importante desajuste entre  la oferta y la demanda de cualificaciones. Por su parte, el funcionamiento de la Formación Profesional no reglada también adolece de importantes deficiencias, es  un sistema demasiado burocratizado, a lo que se añade una falta de sistemas de evaluación de sus rendimientos. El resultado es que el sistema actual de Formación Profesional desalienta, especialmente entre las empresas pequeñas, una mejora de la formación continua de sus empleados. En este sentido, una vía a potenciar en el futuro es la figura del aprendiz entre los jóvenes para entrar en el mercado laboral, siguiendo el modelo alemán de Formación Dual (escuela de formación profesional y empresa). El objetivo de España debe ser la construcción de un sistema integrado de Formación Profesional Dual impulsado tanto desde el sistema educativo como desde el laboral, que contemple entre sus medidas intensificar la vinculación con las empresas y el mundo productivo así como dotar a los jóvenes desempleados sin cualificación de competencias profesionales acreditadas. Ello pasa asimismo por impulsar campañas de sensibilización y formación, sobre todo en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, para paliar el desconocimiento de los estudios profesionales, de sus características y contenidos, de sus niveles curriculares, etc.

Potenciar el efecto arrastre para ayudar a la internacionalización de nuestras empresas, ¿cuál es el balance?

Crisis económicas tan graves como la que hemos vivido recientemente tienen el efecto de animar a las empresas a salir al exterior. Aquellas que han superado la recesión con más éxito han sido las más internacionalizadas y diversificadas a nivel global. Este ejemplo ha servido para que empresas que nunca se habían planteado salir del mercado nacional se hayan decidido a hacerlo empujadas por las circunstancias. La presencia en la Cámara de España de algunas de las más importantes empresas españolas, líderes internacionales en sus sectores, es una enorme ventaja ya que las pymes podrán beneficiarse del efecto tractor de esas grandes compañías. Yo soy un firme convencido de que el gran salto de nuestra economía en los 10 próximos años estará protagonizado por las pymes si conseguimos avanzar en su internacionalización y competitividad.

Precisamente la internacionalización se ha convertido en un factor de ganancia de competitividad, ¿cuál es la hoja de ruta de la Cámara de Comercio para el próximo año en este aspecto?

La Cámara de España pondrá en marcha el próximo año un Plan de Internacionalización de alcance cuatrienal que se descompondrá en cuatro planes anuales, ejecutados conjuntamente con las 88 cámaras territoriales, e incluso con el apoyo de las 35 Cámaras de Comercio Oficiales españolas en el exterior. Para la ejecución de dichos planes dispondremos de fondos europeos por importe de 80 millones de euros, en el periodo 2014-2020, a los que habrá que sumar los recursos aportados por la Cámara de España, otros organismos o las propias empresas. Las actividades de este plan a medio plazo se dirigen a mejorar las condiciones para que las empresas españolas, especialmente las pymes, puedan iniciar, consolidar o multiplicar su expansión internacional, en coordinación con el resto de entidades activas en la materia. Las medidas del plan se articularán en torno a cuatro ejes principales: información, sensibilización y formación, competitividad internacional y, por último, representación y cooperación institucional.

Estamos en ciernes de asistir a la firma del TTIP (Tratado de Libre Comercio Europa – EEUU) ¿cómo afectará a las pymes?

El acuerdo pretende reducir las barreras existentes al comercio y la inversión a través de tres vías: facilitar el acceso al mercado, armonizar la legislación y crear nuevas normas que agilicen y hagan sostenible el comercio global.  Actualmente, los mayores obstáculos al comercio internacional son las barreras no arancelarias, entre las que se incluyen la disparidad de estándares de calidad y las discrepancias legales y regulatorias entre países, y es precisamente en esos aspectos en los que se centra la negociación del TTIP. Crear un espacio abierto de comercio e inversiones ofrecerá grandes oportunidades de negocio a las empresas europeas y españolas. Y lo que es más importante, no solo a las grandes, sino también a las pymes que son las que más sufren las barreras regulatorias para acceder a los mercados de la otra parte.

El presidente de la Cámara de Comercio de Cataluña, Miquel Valls, atribuye la desinversión a la “elevada fiscalidad” de la Comunidad Autónoma. A ello se une la situación política derivada de la ‘locura independentista’ de Artur Mas, ¿cómo está afectando y cómo pueden verse dañadas las empresas catalanas?

Los empresarios necesitamos estabilidad política y un marco institucional predecible para tomar decisiones de inversión y para el propio desarrollo de la actividad empresarial cotidiana. El peor enemigo de las decisiones empresariales es la incertidumbre y en este momento todo son incógnitas en relación con la situación en Cataluña. Por supuesto que el escenario de secesión unilateral sería negativo para la economía catalana, pero igualmente nocivo es el horizonte de inestabilidad política y de tensiones institucionales que se vislumbra.

Hablemos de futuro ¿a qué retos se enfrentan las pymes en 2016?

Como ya he señalado, la internacionalización es el mayor reto que tienen planteadas las pymes españolas. Y para que pueda producirse esa salida al exterior es necesario un proceso previo de mejora de su  competitividad. Por ese motivo, la Cámara de España pondrá en marcha el próximo año un Plan de Competitividad articulado en torno a tres ejes: formación, emprendimiento y empleo; innovación y tecnologías de la información, y comercio y turismo.

Y la financiación… ¿seguirá siendo un quebradero de cabeza?

Mejorar el acceso a la financiación de las empresas, en especial de las de menor tamaño, es imprescindible para su creación y desarrollo. En ese sentido, la Cámara de España aboga por potenciar el capital riesgo y los fondos de capital semilla privados o mixtos destinados a financiar proyectos empresariales con los consiguientes incentivos fiscales. También sería necesario fortalecer los instrumentos públicos de financiación de las empresas  y reducir la morosidad, tanto pública como privada.  

Formación y talento, ¿qué papel ocupará en la estrategia de las Cámaras para el próximo año?

Uno de los factores determinantes para conseguir una economía es más competitiva es la mejora de la formación. Esta constituye, además, un elemento primordial para la reducción del paro. La relación inversa entre el desempleo y el nivel formativo de los trabajadores es una evidencia contrastada: mayor capacitación supone menor riesgo de desempleo. Esta relevancia del capital humano es mucho mayor en un contexto como el actual  en el que existe la necesidad de redirigir nuestra economía hacia un nuevo modelo productivo basado en la mejora de la productividad mediante una utilización más  intensiva y generalizada de las nuevas tecnologías en todos los sectores productivos. Por esa razón demandamos a los partidos políticos que trabajen para conseguir en la próxima legislatura un Pacto de Estado por la Formación y el Empleo, con medidas orientadas de modo urgente y principal a la reducción del paro y a la estabilidad y mejora del sistema educativo.

Resúmame 2015 en una frase…

El año del despegue