Joaquín Reyes: "Hay que reírse de la política, ellos ya se ocupan de mentirnos"

Joaquín Reyes está en todos los saraos. Estamos de suerte, podemos disfrutar de él en cualquier formato posible ¿Qué nos gusta verle en televisión? Pues ahí está, cada noche riéndose de la actualidad en El Intermedio, a la vez que estrena la tercera temporada de Museo Coconut y prepara su vuelta a los sketches de toda la vida ¿Qué preferimos las carcajadas en vivo? lo tenemos en el Teatro La Latina con su nuevo espectáculo Qué me aspen ¿Y si nos inclinamos por el humor gráfico? a leer su libro Realidad a la piedra que ya va por su segunda edición. En fin, ya sólo nos queda bailarlo. Pues también, en la sala Ocho y Medio, con su amigo Carlos Areces ¿Alguien da más?

He de confesar que a la hora de orientar esta entrevista no sabía si hacerme la graciosa o ponerme en tono solemne, supongo que te pasa mucho…

Me suelen hacer entrevistas muy sesudas ¿sabes? porque mi humor es un humor profundo, nada superficial.

Bueno, imagino que habrá días en los que no te apetezca hacer ni puñetera gracia

En general suelo levantarme de buen humor, pero claro, en el día hay muchos momentos, hay momentos para las gracietas y otros para algún mosqueo que otro. En general,  yo creo que la gente que nos dedicamos al humor,  aunque no sea siempre así, tenemos que tener una visión optimista de la vida. Yo, el cómico amargado, que los hay y que los ha habido, no lo veo. No lo puedo entender.

Estrenas nuevo espectáculo “Que me aspen” ¿qué nos vamos a encontrar?

Es un espectáculo que escribí hace como un año, por lo tanto se ha ido enriqueciendo, ha ido cambiando, porque esto pasa con los monólogos, que están vivos, van cambiando. Es una oportunidad para reestrenarlo aquí, en el Teatro La Latina y me hace mucha ilusión.Es un monólogo, el texto es nuevo. También hay vídeos ¡Hay sorpresitas! Muchos guiños a Muchachada Nui, a Hora Chanante…¡Sorpresitas!

Hay celebrities…

Sí. Hay un celebrity, al final lo elige la gente. No se sabe quién es hasta el final del monólogo, se hace un sorteo con unas papeletas.

¿Qué personaje te queda por parodiar?

He hecho muchísimos, ¿eh? Más de ciento y pico. La verdad es que disfrutaba mucho, sobre todo en las caracterizaciones de los maquillajes, era un momento genial para mi. Aunque era duro, porque me tiraba horas para maquillarme, era muy especial, me lo pasaba en grande. Lo echo muchísimo de menos

¿Alguien se lo tomó mal? Me viene a la cabeza la de Arturo Pérez-Reverte

No, el feedback que me llegó de Reverte es que le gustó. Le tuvo que gustar porque le sacamos muy machote, muy viril y muy marcial ¡No pudo disgustarle! Por ejemplo, sí que supe que a Sánchez Dragó le horripiló. Pero en general, las imitaciones (y esto dice mucho de los parodiados)  han gustado, no he tenido reacciones airadas.

¿Y cómo te va en El Intermedio?

Muy bien, el ritmo es frenético. Un programa diario, yo venía de hacer cosas más calmadas, pero estoy aprendiendo mucho y me lo estoy pasando fenomenal. Me gusta poder hacer humor de actualidad. Wyoming  es un tío genial.

Nunca has sido muy dado a hacer humor político ¿es ahora el momento?

Es cierto,nosotros nunca hemos hecho humor político. Principalmente porque ya había cómicos que lo hacían muy bien y preferimos hacer algo mas alejado de la realidad. Pero ahora, por las características del programa, estoy haciendo humor de actualidad y me encanta. Creo que hay que reírse de la política, esto es así. Mientras tanto, ellos ya se ocupan de mentirnos suficiente.

¿Como definimos tu humor?

Es un humor blanco, con toques de absurdo. Es verdad que hemos utilizado mucho el acento manchego, nos gusta mucho el humor surrealista, el costumbrismo. Siempre a través de un prisma de lo absurdo y de los surreal, como por ejemplo hizo José Luís Cuerda en “Amanece que no es poco”, una de nuestras películas de referencia.

Os catalogan de cultos, ¿ realidad o mito?

Esto da un poco de pudor. Porque así de repente te da un aura intelectual. Lo que sí es verdad es que nosotros hemos intentado hacer humor con unas referencias distintas, en muchos casos minoritarias. Por ejemplo, a la hora de parodiar, como además yo siempre hacía la voz con el mismo acento, me atreví con Lars Von Trier o con Bjork o con Allan Moore. Personajes que no son masivos, que no todo el mundo les conoce. Eso le ha dado a nuestro un humor un toque de culto. Hemos intentado buscar referencias más minoritarias, principalmente porque nos han dejado hacerlo.

Estrenáis también temporada de Museo Coconut en Neox

Sí, estábamos expectantes, estoy contento aunque ha sido un estreno muy rapidito, muy fugaz… Le podían haber dado un poco más de coba. Dicho esto, vamos a estrenar un programa de sketches que se llama «Retorno a Lillifor» para A3 Media. Será nuestra vuelta a los orígenes, al estilo de Muchachada Nui. Estamos muy ilusionados ¡Permanezcan atentos!

¿Qué tenéis los manchegos, que estáis tan de moda?

Por una cuestión así de cantidad, hemos coincidido. Buenos cómicos manchegos siempre ha habido, como Millán Salcedo o José Mota. En La Mancha siempre ha habido mucho humor, somos gente muy socarrona, que utiliza mucho los dobles sentidos y tenemos fama de ser gente seca, pero de eso nada ¡Hay mucho humor en La Mancha!

Has venido a hablar de tu libro «Realidad a la Piedra»

Si, ya va por la segunda edición. Es un libro de chistes de piedras.

¿Por qué piedras?

Pues mira, la verdad es que todo surgió como una broma. Empecé a hacer chistes por que me divertía ese conflicto entre  la forma y el fondo, quiero decir, que una piedra pueda tener sentimientos y reacciones humanas, cuando las piedras son inertes. Dije bueno, ¿sería capaz de hacer un libro sólo con piedras?  Así surgió la cosa, se lo conté a mi editora y le hizo gracia. Es que el libro tiene como una especie de fatalismo, porque parece que lo único que vamos a poder dejar aquí a los jóvenes son piedras. Con este  destino apocalíptico ¡Las piedras son lo único que podemos dejar a las generaciones venideras!

No sólo nos haces reír, escribes y actúas sino que también pinchas en la sala Ocho y Medio ¿de donde sacas el tiempo?

De vez en cuando, pinchamos por diversión,  pincho con mi amigo Carlos Areces, lo pasamos fetén poniendo la musiquita, haciendo que la gente mueva el esqueleto.  ¡La música, la música hace que la gente vibre!