Joe Biden es ya oficialmente el presidente número 46 de Estados Unidos, puesto que ha asumido formalmente este miércoles durante un periodo inicial de cuatro años y en el que sustituye al republicano Donald Trump, principal ausente de la ceremonia organizada ante el Capitolio, entre fuertes medidas de seguridad y estrictos protocolos sanitarios.
Con la mano superpuesta en la Biblia de la familia, el nuevo mandatario ha recitado el texto protocolario ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, lo que formalmente culmina una transición convulsa marcada por el rechazo de Trump a reconocer su derrota. Biden obtuvo más de 81 millones de votos en las elecciones del 3 de noviembre, una cifra sin precedentes.
Biden, de 78 años, es el presidente de mayor edad en llegar a la Casa Blanca, en la que entrará después de más de tres décadas como senador y ocho años a la sombra de Barack Obama, como su vicepresidente entre 2009 y 2017. Obama sí ha estado presente en la ceremonia, al igual que los expresidentes George W. Bush y Bill Clinton, mientras que en representación de la Administración saliente ha acudido el vicepresidente, Mike Pence.
Paralelamente a la llegada de invitados en Washington, Trump ha aterrizado de hecho en Florida, donde vivirá tras abandonar la Casa Blanca. En su discurso de despedida desde la Base Andres, en Maryland, deslizó un posible retorno a la política en el futuro: «Volveremos de alguna manera».
Kamala Harris
Por su parte, la exsenadora Kamala Harris se ha convertido hoy en la primera mujer en alcanzar la Vicepresidencia de Estados Unidos, después de jurar el cargo ante el Capitolio en una ceremonia marcada por las restricciones sanitarias por la pandemia de COVID-19 y las medidas de seguridad.
Harris ha recitado el texto protocolario ante la magistrada Sonia Sotomayor, la primera jueza hispana del Tribunal Supremo, y acompañada de su marido, Douglas Emhoff, que se convierte por su parte en el ‘segundo caballero’ de Estados Unidos.
Ha utilizado dos biblias, una que perteneció a una amiga y vecina de su familia, Regina Shelton, y otra que fue del primer afroamericano del Tribunal Supremo, Thurgood Marshall.
En la ceremonia, ha lucido diseños de Christopher John Rogers y Sergio Hudson, diseñadores negros. Iba vestida de púrpura como un guiño a Shirley Chisholm, la primera mujer afroamericana en postularse a la Presidencia de Estados Unidos.
La ya vicepresidenta, de 56 años, sube un nuevo escalón en una carrera política en la que también ha sido primera mujer negra fiscal general de California y la segunda senadora negra de Estados Unidos. Hija de inmigrantes -padre jamaicano y madre india-, su figura se contrapone a la de Joe Biden -hombre, blanco y de mayor edad-, más acorde con el ‘establishment’ tradicional de Washington.
Harris intentó en las últimas primarias demócratas ser la candidata del partido a la Casa Blanca, pero no se descarta que su oportunidad final pueda llegar en el futuro, incluso en 2024 si la avanzada edad lleva a Biden a renunciar a un segundo mandato. Hasta que eso pase, tendrá un papel destacado en el que aspira a ser el Gobierno con más mujeres de la historia de Estados Unidos.