Mal día para la compañía de Suescun, de la que es el máximo accionista. Tras la bajada del consumo y de beneficios, la empresa ha decidido acogerse al preconcurso para poder renegociar con sus acreedores. Ni los recortes de plantilla o el cierre de varios centros que tenían repartidos por España han logrado paliar las pérdidas de 2013 que llegaron a los 11 millones de euros.
Ni el hecho de internacionalizarse les salió bien, pues solamente lograron operar en territorio luso, en ningún mercado más. También salieron a Bolsa buscando financiación, pero tampoco resultó de utilidad, fue un torniquete temporal.