El exministro del PP Josep Piqué considera, sobre la situación de la economía española y sus perspectivas, que “hoy por hoy no podemos afirmar que estemos ante una fase recesiva, pero los riesgos son crecientes”.
Así se expresó Piqué en una entrevista en Servimedia, donde afirmó que el hecho de que “hay desaceleración no es discutible, eso es una evidencia que parte de los números”. En esta línea, afirmó que “nadie pone en duda que el año que viene va a ser peor que este y el gran debate es saber si estamos ante una desaceleración cíclica asumible o en la antesala de una posible crisis y recesión”.
“Es muy difícil todavía de calibrar por una razón, porque va a depender de lo que se haga y en lo que se hace tiene mucho que ver el grado de confianza que puedas inspirar y aquí es donde yo veo el factor más preocupante”, alertó.
A este respecto, advirtió de que “es muy difícil que la pérdida de confianza con Italia, que es muy probable que se produzca de forma bastante rápida, no acabe contagiando a España”. También incidió en el impacto que tendrá el cambio en las políticas del Banco Central Europeo (BCE), tanto en lo relativo al abandono de los impulsos monetarios en forma de compra masiva de deuda soberana como en la subida de tipos.
De hecho, según los cálculos del exministro, el impacto de estos dos fenómenos, el contagio de Italia y el cambio de políticas del BCE, podrían llevar a un incremento de hasta 400 puntos básicos en la prima de riesgo española. Si eso ocurriera, Piqué sostiene que para mantener la deuda en el entorno del 100% del PIB España debería crecer, en términos nominales, entre el 4,5 y el 5%, “algo que es muy difícil”.
Además, el exministro detecta otros riesgos para la economía como el incremento de la aportación negativa del sector exterior porque el conjunto de la demanda mundial se está desacelerando, la subida del precio del petróleo o la reducción del ritmo de crecimiento del turismo.