El crecimiento de la actividad manufacturera de la zona euro registró en abril una fuerte pérdida de impulso, según el índice de gerentes de compras (PMI), que bajó hasta los 55,5 puntos desde los 56,5 de marzo, su nivel más bajo en 15 meses, como consecuencia del impacto de la guerra en Ucrania y de la inflación, según S&P Global.
Si bien el índice aún se encuentra por encima del nivel de ausencia de cambios (sostenido en los 50 puntos), el análisis de S&P sostiene que existe una pérdida sostenida de impulso de crecimiento, ya que el índice se ha atenuado por tercer mes consecutivo.
A falta de conocer los datos de Irlanda y Grecia, en términos geográficos, Países Bajos lideró la eurozona con 59,9 puntos, su máxima en dos meses, seguido de Austria (57,9), Francia (55,7), Alemania (54,6), Italia (54,5) y España (53,3).
Los índices PMI para cada uno de los tres grandes grupos de mercado se encuentran en territorio de expansión. La lectura más alta la registró el sector de bienes de capital, a pesar de que la producción disminuyó en este grupo de mercado. Por su parte, el sector de bienes de consumo experimentó la segunda expansión más fuerte, mientras que el de bienes intermedios registró el resultado más débil.
De su lado, el índice de producción del sector manufacturero en la Zona Euro se situó en los 50,7 puntos, frente a los 53,1 registrados en marzo, lo que supone la marca mínima de los últimos 22 meses.
«La producción manufacturera casi se paralizó en la zona euro en abril, ya que simplemente aumentó al ritmo más lento desde junio de 2020», argumenta el economista de S&P Global, Chris Williamson, quien añade que las empresas no solo informaron que los persistentes problemas con la escasez de componentes se vieron agravados por la guerra de Ucrania y los nuevos confinamientos en China, sino también comentaron que el aumento de los precios y la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas también están afectando la demanda.
Por países, el economista apunta que Alemania lidera la desaceleración de la actividad, ya que la producción del país volvió a territorio de contracción por primera vez en casi dos años, y tan solo se observó un crecimiento modesto en Francia, Italia y España.
Williamson apostilla que es probable que las tendencias de producción empeoren, ya que las expectativas de producción futura siguen siendo «muy moderadas» según los estándares históricos, y la desaceleración en el crecimiento de los nuevos pedidos es indicativa de una caída de la producción fabril en la zona euro en su conjunto en los próximos meses, dados los niveles de inventarios existentes.
«En resumen, el sector manufacturero de la zona euro parece encaminarse hacia un periodo difícil de caída de la producción y aumento de los precios», sentencia Williamson.