La actividad privada de la eurozona rebotó en noviembre, con España a la cabeza, según PMI

El crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro se aceleró durante el pasado mes de noviembre, según refleja el índice compuesto de gerentes de compra (PMI), que subió hasta los 55,4 puntos desde los 54,2 del mes anterior, con España como la gran economía con mejor evolución en el mes, mientras que Alemania y Francia ofrecieron las lecturas de expansión menor vigorosas.

En el mes de noviembre, el PMI del sector servicios de la zona euro se situó en 55,9 puntos, frente a los 54,6 del mes anterior, mientras que el índice manufacturero alcanzó los 58,4 puntos desde los 58,3 de octubre.

A pesar de la mejoría observada en noviembre, los responsables de la encuesta PMI, elaborada por IHS Markit, advirtieron de que el repunte del dato mensual «enmascara recuperaciones desiguales por país y sector».

En concreto, las mejores lecturas del PMI compuesto en noviembre correspondieron a Irlanda, con 59,3 puntos, por delante de España, con 58,3 puntos, seguido de Italia, 57,6, mientras que Francia y Alemania cerraron la encuesta con 56,1 y 52,2 puntos, respectivamente.

En este sentido, Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, explicó que el crecimiento se ha moderado particularmente en Alemania y Francia, donde la escasez de suministros ha tenido un efecto en cadena más fuerte desde el sector industrial a los servicios, mientras que España e Italia registran ritmos de expansión más robustos, «aunque incluso en estos países los recientes incrementos están en peligro si es necesario intensificar las restricciones sociales».

«Parece probable que la mejora en el ritmo de crecimiento económico señalada por el índice PMI de la zona euro sea de corta duración», afirmó el experto, ya que las expectativas de futuro de las empresas consultadas disminuyeron por la mayor preocupación sobre la pandemia, incluso a pesar de que los datos de la encuesta se recopilaron antes de que surgieran las noticias de la variante ómicron, que inevitablemente lastrará aún más las expectativas.

Por otro lado, Williamson señaló que, si bien los riesgos para el crecimiento de la zona euro «se han desplazado a la baja», los riesgos para las perspectivas de la inflación «parecen inclinados al alza» si los números de infecciones por el virus continúan aumentando y se introducen nuevas restricciones.

«Las cadenas de suministro se verán más afectadas, la disponibilidad de personal disminuirá y el gasto podría volver a pasar de los servicios a los productos, lo que agravará aún más el desequilibrio entre la oferta y la demanda», advirtió.