«Una misma región, tres Latinoaméricas distintas», así describía el economista Uruguayo Ernesto Talvi el futuro para América Latina en 2015. La incertidumbre económica que se vive en Europa, con revisiones a la baja en su crecimiento para el periodo 2015 y 2016, el frenazo en los ritmos de actividad China y la caída de los precios de las materias primas, principalmente el del petróleo, ha elevado la perspectiva general de riesgo medio – alto para Latinoamérica en 2015. Al menos, así se extrae del informe Panorama Latam de compañía de seguro de crédito Coface.
Sin embargo la heterogeneidad propia de la región apuntan a que los países que integran la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia y Perú) vayan a contracorriente y en 2014 se han producido repuntes en las economías de los cuatro países denominados Puma y hayan sostenido el impacto negativo de la desaceleración del bloque que integran los países del Mercosur, entre los que se encuentran Brasil, Argentina y Venezuela. Una tendencia que, previsiblemente, continuará durante este año. Según Coface México y Perú se posicionan como los países con las perspectivas más favorables. En el caso de México, superado el periodo de turbulencias de 2013 la recuperación del sector de la construcción, la apertura del sector del petróleo, el fin del monopolio en telecomunicaciones y la reducción de la burocracia administrativa son los factores determinantes para reforzar el atractivo de las inversiones, especialmente en infraestructuras, sector para el que el Presidente Enrique Peña Nieto anunció un plan de desarrollo de 743 proyectos con el que se espera se generen en torno a 590 millones de dólares (siete trillones de pesos).
En cuanto a Perú, la minería sigue siendo uno de los sectores claves para la economía del país andino y la menor intensidad de la actividad china (cerca del 70 por ciento de las exportaciones de commodities van a parar al país asiático), afectarían de forma negativa al crecimiento del país. De hecho ya se percibe una bajada en los precios de los productos básicos. A pesar de ello, las medidas de impulso a las inversiones, la reducción de los tipos de interés anunciadas por el Banco Central de Perú y la política fiscal adoptada por el Gobierno de Ollanta Humala, que rebajará la presión fiscal a las clases medias, identifican al país como uno de los diez «nuevos mercados emergentes».