Los bancos españoles están preparados para el peor de los escenarios. Así lo han confirmado los resultados de los test de estrés del Banco Central Europeo. “Se confirma el buen estado de la banca española”. Ésta es la principal conclusión que extrae Jordi Fabregat, profesor de Finanzas de ESADE Business School, ante los resultados de las pruebas de resistencia a la banca realizadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) hechos públicos ayer. “El test de estrés más exigente de los que se han efectuado hasta la fecha —matiza— y que, en el caso español, además afectará positivamente a la bolsa”. “Los datos indican que nuestra banca está en condiciones de apoyar el crecimiento y que no necesitará apoyos financieros de los contribuyentes”, explica.
Sin embargo, y según Fabregat, “el aprobado general no va a facilitar todavía la concesión del crédito”. Pero llegará. “Las condiciones ofrecidas por el Banco Central Europeo (BCE) son inmejorables, así que lo que hay que esperar es que la economía vuelva a crecer y, con ella, la demanda de créditos para proyectos solventes”. Para ello, “los tipos de interés se tienen que normalizar y alejarse del cero, circunstancias para las que aún faltan algunos semestres”. A partir de ahí, y gracias a la “buena salud de nuestros bancos, se podrá revitalizar el mercado interbancario y la emisión de deuda por parte de las entidades financieras”.
¿Tercera recesión?
En cuanto al resto de países, el profesor de Finanzas de ESADE Business School comenta que, “pese a que las pruebas de la EBA sitúan el déficit de capital a nivel global en 25.000 millones de euros repartidos entre 25 bancos, la mitad de ellos ya ha cubierto su déficit a lo largo de 2014”. Sin embargo, “el caso italiano es más preocupante” porque “está en una situación de estancamiento, tiene una deuda pública muy elevada y deberá seguir con las reformas que intenta implementar su Gobierno”.
De cara al futuro económico europeo a medio plazo, Fabregat afirma que el test de estrés “permite avanzar en el llamado Mecanismo Único de Supervisión, que es el primer escalón en la reforma del sistema financiero en Europa”. “Ahora los bancos más grandes serán supervisados por el BCE y se avanzará en el siguiente proceso, que será el Mecanismo Único de Resolución. Éste debe fijar los criterios a seguir en los casos de quiebra de una entidad financiera”, concluye.