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La banca pide más para quedarse con menos

Los expertos prevén que las nuevas fusiones acaben con el cierre de hasta 10.000 oficinas y más de 25.000 empleados en la cola del paro. Además sustituir las prejubilaciones por ERE’s ahorraría 7.000 millones de euros a las entidades

No va más. Las pírricas rentabilidades de la banca y las recomendaciones de concentración de Bruselas amenazan tormenta sobre el empleo del sector bancario.

Los más de 36.700 empleados que, según el último informe de Funcas (Fundación de Cajas de Ahorro), ha perdido la banca entre 2012 y 2015  y  las casi 6.900 oficinas que han cerrado en dicho periodo, no son suficientes, y todo apunta a una nueva sangría.

Son varias las voces que sugieren que tras el resultado electoral del próximo domingo las entidades financieras volverán a arrancar la maquinaria de las fusiones con la inmediata consecuencia de la clausura de sucursales y la destrucción de puestos de trabajo. Entre ellas la del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que hace apenas diez días, bajo el marco de los Cursos de Verano de la UIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) en Santander, no dudaba en afirmar que “pese a que el grueso ya está hecho, el proceso de reestructuración de la banca continuará en los próximos meses”.

Una línea compartida por sus colegas de tribuna que, como en el caso de José Manuel González – Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, pedían a los líderes políticos “altura de miras” para abordar nuevas reformas que permitan consolidar el crecimiento económico y acabar con “la lacra del paro, creando más y mejor empleo”.

Una “segunda vuelta” cargada de buenas intenciones pero que a su vez llevan aparejadas una mayor flexibilización del modelo  con la que “se pretende que desaparezcan las cláusulas de protección de actuales convenios de banca”, aclara Sebastián Moreno, responsable estatal de la sectorial de finanzas de UGT (Unión General de Trabajadores).

Las fusiones no son el antídoto ante las «pírricas» rentabilidades

Empleados_Oficinas bancarias
Fuente:Funcas

Así de hacerse efectivas las intenciones de los grandes magnates del sector, el nuevo modelo no sólo facilitaría el proceso de reconversión a los que se tendrá que hacer frente en los próximos años sino que además conllevaría un  importante ahorro de costes.  En concreto unos 7.000 millones de euros, según los cálculos d
e Miguel Córdoba, profesor de Economía Financiera de la Universidad San Pablo CEU,
pasar de las prejubilaciones a los ERE’s supondría “un ahorro de uno a diez. Haciendo números groseros”, explica, “prejubilar 50.000 empleados podría costar unos 10.000 millones de euros, mientras que despedirlos, la mitad por causas objetivas y la otra mitad por despido improcendente, supondría unos 3.000”.

Banca paneuropea

Los reducidos márgenes que dejan las políticas de bajos tipos de interés puestas en marcha por el BCE, el exceso de regulación, la caída de las divisas, la búsqueda de eficiencia y la digitalización ha desatado una situación de, en palabras de Ángel Ron, presidente de Banco Popular, también durante los Cursos de Verano de la UIMP, “represión financiera”. Un estado cuyo resultado será un problema de rentabilidad a medio y largo plazo y que tendrá su reflejo en el empleo.

Tal y como se extrae del informe de la Fundación de Cajas de Ahorro, firmado por Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, “en el horizonte de 2019 las oficinas podrían situarse en el entorno de las 28.000 y los empleados en 180.000”.

A este respecto el portavoz de la Asociación Española de la Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, se muestra más conservador, “es casi imposible anticipar si habrá nuevos ajustes y su tamaño. Con todo, la banca debe seguir adaptándose a un escenario dominado por la incertidumbre regulatoria, reducida rentabilidad y creciente competencia de entidades, que no son de depósito y no están reguladas como tales, como las fintech”.

Por su parte, Jorge Morán, profesor del área de Postgrado de CUNEF aclara que “más que hablar de destrucción de empleo se trata de adecuar el modelo de negocio a las nuevas tendencias del mercado. Se seguirán manteniendo los canales tradicionales de distribución, las oficinas. La reducción de puestos de trabajo se centrará más en áreas dónde hay más potencial de mejora, producto de la concentración, como servicios centrales”.

En otro orden de cosas, la unión monetaria, fiscal  y financiera, traerá en el medio plazo un nuevo patrón, el de la banca paneuropea. En este sentido fuentes de Bankia comentan que tanto los posibles movimientos de consolidación que puedan producirse “tanto a nivel paneuropeo como a nivel doméstico, pueden  ser el medio para mejorar la rentabilidad del sector”. Ahora bien, todo dependerá de “si las presiones sobre la línea de ingresos se mantienen y el stock de crédito sigue sin crecer”.

Los expertos defienden la racionalización de salarios, aunque sólo sea por «cuestión de imagen»

Por tanto, y a modo de previsión, favorecer la movilidad entre los empleados de la banca es algo prioritario para el sector.  Desde los sindicatos se muestran preocupados por esta circunstancia “de no protegerse lo suficiente se dará alas a los empresarios de la banca para que muevan a los empleados a su antojo y lo más grave sin ningún tipo de contraprestación”.

Morán, no obstante, desecha cualquier tesis catastrófica “que se produzca un proceso de concentración no significa que se produzcan grandes movimientos de plantilla entre países. Lo más probable es que los centros de decisión se concentren en 4 ó 5 plazas financieras, pero ello no tiene por qué afectar a la plantilla en general».

Rentabilidad y contención salarial

Los costes laborales de la banca española  superaron en 2015 los 21.ooo millones de euros, casi un nueve por ciento más que en 2014. Y todo pese a las recomendaciones de Basilea III, que pedía al sector establecer mecanismos que proporcionasen estabilidad al sistema. Entre ellos el bonus cap o lo que es lo mismo limitar las primas de los directivos a un máximo del doble de su retribución anual fija y siempre y cuando se hubieran cumplido los objetivos.

Políticas de contención que se estarían compensando con revisiones del 5% al alza, de aquí a 2019, en los convenios. En este sentido, el portavoz de la AEB apostilla que dado que “se deben superar los problemas de la rentabilidad de la banca a la hora de contemplar una aceleración en el ritmo de crecimiento de los salarios”.

Morán, por su parte, insiste en que “los incrementos futuros se deben asociar a la creación de valor”.  Una “racionalización” con la que tendrían que comprometerse los bancos, “aunque sólo sea por cuestión de imagen. No tiene sentido que haya 133 ejecutivos bancarios que cobren más de un millón de euros y de ellos 87 que cobren más de dos millones de euros al año”.

Número de entidades de depósito 2012_2015
Fuente: Funcas

En pro de la rentabilidad las fusiones es otra de las vías que se barajan como tabla de salvación. No obstante desde Bankia aclaran que “son complejas y a veces tendemos a subvalorar las dificultades que tienen”. Así apuntan que “ni son un antídoto ante problemas de solvencia,  requieren de equipos profesionales con líneas y jerarquías de mando claras para minimizar el riesgo de ejecución y que generar sinergias de costo tiene como contrapartida asumir una serie de costes, en un primer momento, que afectan directamente al capital o cuentas de resultados, lo que obliga a hacer los números muy bien para asumir el one off”.

Cajeros experienciales

 “El cliente es quien decide cómo y cuándo quiere relacionarse con nosotros. Nuestro problema no es cerrar o abrir oficinas, sino el nuevo modelo de relaciones con los clientes”, afirmaba Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, desde el atril del Palacio de la Magdalena de Santander.

Vínculos que dependen cada vez más de la pantalla de un Smartphone. Según el Estudio sobre la Banca 2015 del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) de continuar  España  llegará en año 2020 a tener entre un 50% y 55 de clientes de banca por internet. Previsiones que ya se están haciendo realidad en la mayor parte de las entidades.

Cambio de hábitos que sin embargo no restan un ápice de protagonismo a las personas. Desde la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri  afirman que ”jugarán un papel clave en la diferenciación entre entidades. Las entidades vencedoras serán las que sepan adaptar sus redes tradicionales y combinar la multicanalidad”.

Ser banquero será una profesión demodé en los próximos diez o veinte años

Por ejemplo, en el caso de Bankia el negocio fuera de oficinas creció en 2015 un 14% mientras que las operaciones formalizadas a pie de sucursal se contrajo un -6,5%.

En cuanto a las operaciones que se formalizaron por la vía digital éstas han aumentado en 11 puntos en términos interanuales (del 34% al 45%), asimismo la ventas on-line crecieron en cerca de 3 puntos, habiendo alcanzado el 7% hasta el mes de mayo.

“BBVA ya está preparada para el modelo de cliente omnicanal”, confirman fuentes internas. La entidad que preside Francisco González cuenta con más de 15,1 millones de clientes digitales y más del 25% de las operaciones de consumo en España se realizan a golpe de click .

Según el IEB, Grupo Santander, con un crecimiento del 33% en este segmento de usuarios en 2015 reporta 15 millones de clientes digitales (1,9 millones en España y 5,5 millones de banca móvil).

Las catalanas Caixabank y Sabadell cuentan con 4,2 millones y 2,2 millones respectivamente de clientes en red, registrando ratios móvil/digital del 61,9% y 40,9%.

Banco Popular, aunque en menor volumen también ha mejorado sus cifras con 831.000 usuarios que emplean servicios en línea  -143.000 de ellos en banca móvil- y un ratio del 17,2%.

Pese a ello “las sucursales seguirán teniendo un papel importante”, explica el profesor de Cunef. Aportación que amplía  Martínez – Campuzano “la banca sostiene una parte significativa de su actividad sobre las relaciones de los personales entre empleados y clientes. Al final, la banca debe acompañar la demanda de servicios de internet del cliente”.

Más radical en sus opiniones es Miguel Córdoba para quien “los empleados de oficinas sobran. Con tener un retén de empleados que atienda a la gente poco digitalizada, será suficiente, y cuando pasen una o dos décadas, estaremos hablando de una profesión demodé”.

 

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