El Banco de España estima que el descenso en la afiliación efectiva, descontando a los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), se ha recuperado durante el verano, pasando de una caída interanual superior al 20% en mayo a una caída del 7,4% en agosto.
Así lo refleja el organismo en un artículo en el que analiza la recuperación del empleo en los últimos meses desde una perspectiva provincial y sectorial recogido por Servimedia.
El Banco de España destaca que la salida de trabajadores de los ERTE es la que ha permitido que se reduzca la caída de la afiliación en términos efectivos “de forma acusada durante los meses de verano”.
En concreto, indica que de los casi 3,2 millones de trabajadores suspendidos que se contabilizaron de media en mayo, equivalentes a algo más del 17% del total de afiliados, en agosto quedaron un promedio de 894.478 personas en ERTE, lo que supone una disminución superior al 70%. Eso ha permitido que la caída en la afiliación efectiva pase de ser superior al 20% en mayo al 7,4% en agosto.
“La mayor parte de la recuperación del empleo que ha tenido lugar desde los mínimos de abril se ha concentrado en los meses de julio y agosto, una vez que se han relajado una gran mayoría de las restricciones que estaban en vigor” por las fases de la desescalada, según señala el artículo.
Sin embargo, el Banco de España observa que en la segunda quincena del mes de agosto los datos diarios de afiliación a la Seguridad Social “han mostrado un cierto agotamiento en esta senda de recuperación, lo que podría estar relacionado con las diferentes medidas tomadas en algunos territorios ante el empeoramiento de la crisis sanitaria”.
Por sectores, apunta que las ramas de servicios de mercado se encontraban en agosto más lejos de volver a su nivel de empleo de un año antes que el sector industrial y, sobre todo, que la construcción.
En los servicios de mercado, la afiliación efectiva en agosto aún se situaba casi un 12% por debajo de su nivel de un año antes.
En el caso de los servicios de no mercado, la destrucción de empleo de marzo y abril solo fue comparable a la observada en las ramas de mercado en la educación (–18,4% en mayo), sector en el que recientemente se ha producido una “fuerte” recuperación del empleo (–2,1% en agosto).
En cuanto a los servicios sanitarios y la administración pública, en agosto el nivel de afiliación fue levemente superior al observado un año antes.
En el sector industrial, la evolución del empleo en los últimos meses ha sido “relativamente dinámica” en la fabricación de vehículos de motor, que ha pasado de un descenso en la afiliación efectiva del 35% en mayo al –7,3% en agosto, y en la fabricación de productos farmacéuticos, sector que no se vio afectado por el ajuste del empleo durante el confinamiento y que en agosto se situó un 0,8% por encima de su nivel de empleo de hace un año.
En sentido contrario, en otras ramas como la confección de prendas de vestir o la industria del cuero, el empleo aún se mantenía en agosto más de un 15% por debajo de su nivel de un año antes.
Por territorios, el Banco de España observa que, en las provincias costeras del Mediterráneo, en Madrid y, especialmente, en las Islas Baleares y Canarias, la contracción del empleo en términos interanuales se mantuvo en agosto muy por encima de la observada en las provincias del interior.
La afiliación efectiva en agosto todavía se situaba un 24,4% por debajo de su nivel del mismo mes de 2019 en las Islas Baleares, y un 18% y un 15,8% en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente. Esta heterogeneidad provincial se explica, en gran medida, por las diferencias provinciales en cuanto a la estructura sectorial.