Esta empresa dependiente de la Universidad de Barcelona desarrolla en la actualidad productos de diagnóstico de metástasis ósea
La Caixa; junto al grupo Ysios Capital y a través de su gestora de capital riesgo, Caixa Risc, ha liderado una ronda de financiación de 2,2 millones de euros a la empresa Inbiomotion, un spin off del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB Barcelona), que se encarga de desarrollar productos de diagnóstico para predecir que los pacientes con cáncer sufran metástasis ósea.
“Estamos ilusionados de trabajar con el equipo de Inbiomotion. El desarrollo de ensayos de diagnóstico para predecir el riesgo que tienen los pacientes de cáncer a sufrir una metástasis en huesos supondrá un gran impacto en la práctica clínica de éstos pacientes.”, indicaba José Antonio Mesa, director de inversiones en Caixa Capital Risc, sobre la operación.
Inbiomotion, encantados con la operación
Por su parte, Inbiomotion se encarga de desarrollar ensayos de diagnóstico para predecir el riesgo que tienen los pacientes de cáncer se sufrir metástasis en hueso. El mercado objetivo son los pacientes de cáncer de próstata y mama, en los que el hueso se convierte en el sitio más común de metástasis, aunque también puede afectar a otro tipo de tumores, como los de pulmón, colon, estómago, útero, recto, tiroides o riñón.
El doctor Roger Gomis, fundador de Inbiomotion y uno de los investigadores más reconocidos en metástasis, comenta lo siguiente sobre la operación: “Estamos encantados de tener el apoyo de Caixa Capital Risc. Supone un salto cualitativo y cuantitativo que permitirá completar la validación clínica y poner el primer producto de Inbiomotion al alcance de los pacientes”.
Una mejora que todos esperan
Lo cierto es que en la actualidad no se prescriben tratamientos complementarios a la quimioterapia para hacer frente a este mal. Por su parte, el producto desarrollado por el spin off ha sido validado, ya, en más de 1.300 muestras de pacientes independientes y provenientes de múltiples países, por lo que se espera que su desarrollo clínico y regulatorio termine en los próximos dos años.
Diario Financiero