Este viernes la Comisión esbozó las principales líneas que regirán estos presupuestos, el llamado Marco Financiero Plurianual para la Unión Europea para el período 2021-2027, base para el Presupuesto Europeo para el próximo septenio. Se trata, según explicaron, de cinco principios: alinear el presupuesto con las prioridades políticas de los países miembros, hacer que sea “claro y simple”, fomentar una mayor flexibilidad en la asignación de fondos, adoptar un punto de vista de “realismo y pragmatismo” y actuar con “justicia y equilibrio”.
En relación a la mencionada flexibilidad, estas fuentes defendieron la necesidad de un mecanismo para “mover los fondos no gastados a una reserva para que sean útiles en el futuro” y, de este modo, “hacer que sea más fácil responder a crisis”.
La arquitectura de este marco financiero, según afirmaron, “ha cambiado sustancialmente” para hacerse “más clara, simple y ágil”, buscando además una reorientación hacia “áreas más políticamente relevantes”, así como una menor burocracia para los beneficiarios y un enfoque al “valor añadido comunitario”.
Respecto al Plan de Acción Europeo de Defensa, las fuentes de la Comisión recordaron que con el presupuesto comunitario “no se pueden financiar acciones militares, pero sí la innovación en el ámbito de militar”. En este sentido, abogaron por una política de defensa conjunta “en vez de que los 27 desarrollen su propio equipamiento” por separado.
Además, fuentes de la Comisión Europea abogan por unos presupuestos comunitarios de un volumen “más o menos igual” que los anteriores pese a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en una propuesta que consideran “ambiciosa pero realista”. Asimismo, revelaron detalles sobre la creación del programa ‘Digital Europe’, cuyo objetivo es financiar las iniciativas relacionadas con la innovación tecnológica, como avances en inteligencia artificial, supercomputadoras o ciberseguridad.