La confianza de los consumidores españoles creció dos puntos en el primer trimestre del año, hasta los 74, aunque se reduce el porcentaje de aquellas personas que esperan que en los próximos meses mejoren las perspectivas laborales. Según la consultora Nielsen, el 45% de los habitantes opinan que el futuro laboral a corto plazo se presenta irregular y un 28% tiene un mal pálpito.
Ante lo que puede pasar, los españoles son más precavidos y es significativo el aumento de 10 puntos, hasta el 43%, registrado en el porcentaje de aquellos que tienden a ahorrar una vez cubiertos los gastos básicos del hogar.
En lo que más han recortado ha sido en la factura energética y ocio, reduciéndose un 57 y un 56% respectivamente. Pero esta situación cambiará radicalmente cuando la situación económica mejore, pues sólo un 19% seguirán pasando más tiempo en casa, imponiéndose así el ADN social de los españoles.
Sin embargo, España es el único país de las cinco grandes economías europeas que creció en el primer trimestre del año. “España parece una excepción en Europa, pero en plena situación de stand by político los españoles tienen mucho más claro que nunca el presente que el futuro. Aumentan los que consideran que ahora es un buen momento para comprar aquellas cosas que quieren o necesitan, pero al mismo tiempo empeora la percepción de que España está en recesión y de que saldrá de ella en los próximos doce meses”, explicó el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez.